Según el PSOE, la nueva contrata de autobuses reduce líneas, paradas y trabajadores, pero seguirá siendo igual de cara

El PSOE se opuso a la adjudicación del contrato en las condiciones impuestas por Román porque, “precariza el servicio de autobuses urbanos y lo hace retroceder diez años”, tal como ha explicado la portavoz socialista, Magdalena Valerio, y lo demuestran varios datos fundamentales de la nueva contrata:

En primer lugar, el número de kilómetros anuales que recorrerán los autobuses urbanos con esta nueva contrata se reducirá en un tercio respecto al servicio actual: si actualmente se recorren 2,3 millones de kilómetros al año, a partir del próximo 1 de abril la distancia máxima recorrida será de 1,5 millones de kilómetros anuales. Un recorte de 800.000 kilómetros que “con las líneas y frecuencias actuales significaría dejar de prestar el servicio a partir de septiembre, lo que indica que, como los autobuses funcionarán durante todo el año, lo harán con menos horas de servicio y recorridos más cortos”, ha señalado el viceportavoz socialista, Daniel Jiménez.

Esto se traducirá también en la pérdida de más de un 20% puestos de trabajo en el servicio del transporte urbano de viajeros: la plantilla de conductores de autobuses públicos de Guadalajara se reducirá en 20 personas sobre el total de 96 trabajadores que hay en la actualidad, según los cálculos del Grupo Socialista.

Por otra parte, “la adjudicación que ha hecho Román del nuevo servicio de autobuses parte de unas condiciones económicas que no puede creerse nadie”, según Jiménez, ya que la empresa adjudicataria espera tener un beneficio de 2,5 millones de euros durante los diez años de vigencia del contrato, mientras que se compromete a aportar de forma gratuita para la ciudad unas mejoras de 9 millones de euros durante ese mismo periodo.

“Esto significaría que la empresa se hace cargo de la concesión para perder 6,5 millones de euros en diez años, salvo que no cumpla las mejoras gratuitas a las que se ha comprometido y que han sido determinantes para la adjudicación, o que Román nos obligue a pagar a todos los vecinos mucho más de lo que nos ha dicho por el servicio, pero lo que está claro es que la adjudicataria tratará de que le salgan las cuentas, bien subiendo el precio de los billetes o bien mediante el incremento de la subvención que recibe del Ayuntamiento”, afirma el viceportavoz socialista.

“Evolución perniciosamente agresiva del gasto en el servicio de autobuses”.-

Daniel Jiménez ha destacado, en este sentido, una frase que reiteradamente refleja en sus informes el interventor del Ayuntamiento de Guadalajara, donde se habla de “la evolución perniciosamente agresiva del gasto en el servicio de autobuses”, motivada porque, desde que Román es alcalde de la ciudad, la subvención al transporte urbano se ha duplicado, pasando de 2,5 millones de euros al año a 5 millones por ejercicio en cinco años.

A pesar de ese incremento del gasto para todos los vecinos, sean o no usuarios del autobús urbano, la nueva contrata del servicio empeorará la comunicación de distintos barrios, como Manantiales, Adoratrices o La Esperanza, cuyos vecinos están plasmando con su firma su rechazo a la supresión de líneas y paradas y a la reducción de frecuencias de autobuses en sus barrios.

El PSOE pide control sobre el servicio de autobuses.-

Tras detallar todas las deficiencias que tendrá el nuevo contrato de los autobuses, el Grupo Socialista ha pedido a Román que haga cumplir a la empresa todas las mejoras que se ha comprometido en los plazos acordados y que “vigile escrupulosamente el compromiso de la empresa adjudicataria de reubicar a todos los conductores, puesto que no tienen el empleo asegurado en Guadalajara”.

Asimismo, los concejales socialistas exigen que el alcalde cuente con los técnicos municipales para inspeccionar la forma en que se presta el servicio de autobuses en Guadalajara, porque “hasta ahora nadie del Ayuntamiento ha realizado ningún tipo de control”, que se revisen las miles de tarjetas ciudadanas que se han expedido irregularmente para evitar que haya gente que utilice los autobuses de forma gratuita sin cumplir los requisitos exigidos y que se convoque la Mesa de la Movilidad para que las líneas de autobuses sean útiles y rentables a los ciudadanos.