La consejera de Fomento apuesta por el sector de los balnearios como un recurso socioeconómico y turístico de la región

Marta García ha expresado el apoyo del Gobierno regional al fomento de la cultura termal en la visita que ha realizado al Balneario Carlos III, situado en plena Alcarria Alta, donde también ha puesto de relieve el estudio previo que se ha realizado en su departamento sobre el aprovechamiento de estos recursos en Castilla-La Mancha. “Hemos valorado la situación actual de todos los recursos hidrominerales de nuestra región y hemos concluido la necesidad de apostar por este sector porque hemos detectado posibilidades de expansión”.

En este sentido, Marta García ha explicado que se “han identificado 20 puntos que son susceptibles de nuevos aprovechamientos, y que se pondrán a disposición de la iniciativa privada al objeto, no solamente, de generar bienestar y salud entre los ciudadanos, sino también de generar crecimiento económico y empleo”.

Estos 20 puntos potencialmente aprovechables a los que se ha referido la titular de Fomento tanto para aprovechamiento en balneario como para envasado de agua mineral, u obtención de sales, están localizados en las cinco provincias de la región: Albacete, 4; 6 en Ciudad Real; 2 en Cuenca; 4 en Guadalajara, y otros 4 en Toledo.

Alto nivel de ocupación en los balnearios castellano-manchegos

Este sector que genera actualmente en la comunidad 870 puestos de trabajo, va a ser potenciado por el Gobierno regional, según ha indicado la consejera, través del Plan de Inversión y de Creación de Empleo dentro de sus planes de turismo.

Castilla-La Mancha cuenta en la actualidad con 9 balnearios en la región con aguas mineromedicinales con fines terapéuticos: Balneario de Benito, Balneario La Esperanza, Baños de La Concepción y Balneario del Tus, situados en la sierra de Albacete; Balneario Cervantes y Balnearios de Fuencaliente, en la provincia de Ciudad Real; Balneario de Solán de Cabras en Cuenca, Balneario las Palmeras, ubicado en Toledo, y el Balneario Carlos III en la provincia de Guadalajara, que suponen más de 1.800 plazas hoteleras, con una ocupación media del 77 por ciento, y unos 56.000 clientes anuales, con 500.000 pernoctaciones.