Orgullo Blanco

Recuerdo el año del denominado “centenariazo“ que el Deportivo nos gano la copa del Rey en nuestra casa, pues bien, meses después levantábamos la novena copa de Europa en Glasgow.

N o quiero pasar por alto el “espectáculo“ servido, una vez más, por el Barsa en su viaje a Pamplona. Todo, absolutamente, todo se les consiente. Empezamos a hartarnos de estos numeritos, permitidos y avalados por la RFEF. Luego el “meacolonias“ de Guardiola sale a la palestra haciéndose la víctima. Vergonzoso. Me pregunto, la repercusión mediática que tendría, si este numerito los hubiera protagonizado el Real Madrid, o que dimensión comunicativa hubiera adquirido si es Mou el que lanza el balón a un contrario a dos metros, en vez de dárselo en la mano. El sábado en el Bernabeu detecté en mucha gente el hartazgo por la discriminación a la que nos están sometiendo y, por otra parte, me congratulo con la unión espontánea que está surgiendo en el madridismo, en pos de una defensa a ultranza de nuestros valores, equipo e intachable institución. Lástima, pena y algo de indignación me produce leer las declaraciones del jugador más guarro, duro y tobillero de la Liga. No es otro que el Sr. Albelda, declarado por si mismo como antimadridista. Ese jugador, de medio pelo, no es ni ejemplo, ni tiene la categoría suficiente para hablar del Madrid con ese menosprecio y odio.◆