VILLA DE PASTRANA
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| Las calles de Pastrana invitan a perderse entre su historia |
Pastrana no es sólo la plaza de la Hora y el Palacio Ducal
Cuando a alguien le hablan de Pastrana siempre hace referencia a los monumentos habituales. Sin embargo la localidad puede presumir de hasta veinte emblemas más entre su arquitectura histórica.
Por
REDACCION
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redaccionguadanewses/9/9/19
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:14h
El Palacio Ducal es el emblema de Pastrana y a sus pies se ubica la Feria Apícola. Tras la compra de la Villa por Doña Ana de la Cerda en 1541, se da comienzo a la construcción del palacio proyectado por el arquitecto Alonso de Covarrubias. El edificio sigue un claro trazado renacentista español: de planta cuadrada con torres esquinales y patio central, asi como un jardín escalonado en la parte posterior del mismo. Por diversos motivos legales, el palacio nunca se finalizó. En el interior, se conservan unos maravillosos artesonados igualmente diseñados por Alonso de Covarrubias, de estilo plateresco. Asimismo, destacan los zócalos de azulejería toledana de estilo mudéjar. En la torre de Levante, estuvo retenida y prisionera la princesa de Éboli, doña Ana de Mendoza y de la Cerda, entre 1581 y 1592, por orden de Felipe II. SIGUE
En el interior, se conservan unos maravillosos artesonados igualmente diseñados por Alonso de Covarrubias, de estilo plateresco. Asimismo, destacan los zócalos de azulejería toledana de estilo mudéjar. En la torre de Levante, estuvo retenida y prisionera la princesa de Éboli, doña Ana de Mendoza y de la Cerda, entre 1581 y 1592, por orden de Felipe II.
La plaza de la Hora es la gran plaza de armas que se abre ante el Palacio Ducal, prestándole su anchura para hacerse ganar a la casa fuerte en presencia, elegancia y, en definitiva imagen de poder. Se usaba para hacer paradas militares, recibimientos principescos, etc. Recibe su nombre debido a la época del encarcelamiento de la Princesa de Éboli, ya que, durante su encierro el único contacto que tenía con el exterior era poder salir a la reja del torreón del levante durante una hora al día.
Sin embargo estos dos lugares y enseñas no son los únicos que se deben visitar y de los que se puede sentir orgulloso Pastrana. También el Palacio Viejo, el Barrio de Albaicín, la Plaza de Toros, la Casa de Moraitín, la Casa del Deán, el Convento de San Francisco, la Muralla y el Arco de San Francisco, el Palacio de Burgos, el Colegio San Buenaventura, la Sinagoga Judía, la Casa de Caballero Calatrava, la Casa de la Inquisición, la Fuente de los Cuatro Caños, la Casa del Concejo, la Casa de los Canónigos, la Iglesia Colegiata, el Barrio de la Plaza de Abajo, el Convento de San José, el Convento del Carmen y la Ermita de San Pedro y San Juan de la Cruz.
En definitiva, un municipio que no tiene nada que envidiar a otros lugares de peregrinación turística.
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