Muere Alfredo Landa a los 80 años
Landa es historia del cine español, creador de un género propio, 'el landismo'
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:14h
«Soy el que mejor juega al mus desde que se inventó y hago los mejores cócteles porque les pongo amor, que es un ingrediente que no le pone la gente. Cuando mezclo los ingredientes, pienso en lo feliz que vas a ser cuando te lo tomes...». SIGUE
El actor Alfredo Landa (1933-2013) ha muerto este jueves en Madrid a los 80 años, según ha confirmado la Academia de Cine Español. Con 25 años, Alfredo Landa dejó la carrera de Derecho, ante la oposición de su familia, y se marchó a Madrid para convertirse en actor con 7.000 pesetas en el bolsillo. En 2008 además recogió el Goya de Honor, el tercero de su carrera después de los obtenidos como mejor actor por El bosque animado (1987) y La marrana (1992).
Sus últimas apariciones públicas datan de 2008, cuando recibió el premio de la Unión de Actores por su papel en «Luz de domingo», de José Luis Garci, la Medalla de Oro del Ayuntamiento de Madrid y el Premio Príncipe de Viana a la Cultura 2008 en su tierra, Pamplona, y de manos del Príncipe de Asturias. Fue su retirada, tras haber recibido el año anterior el Goya de Honor, el tercero de su carrera después de los obtenidos como mejor actor por «El bosque animado» (1987) y «La marrana» (1992).
«Tengo tanto dentro... este Goya de Honor se lo debo a mi profesión que ha sido lo mejor de mi vida, lo que más aprecio», dijo Landa en un discurso emocionado, entrecortado, casi incomprensible e interrumpido sin parar por los aplausos de sus compañeros. El actor navarro se mostró perdido durante su intervención y evidenció unos problemas de salud nunca definidos claramente pero que le llevaron a desaparecer de la vida pública.
Pese a ello, su recuerdo permanece vivo entre el público y entre sus amigos. Así lo demostró José Sacristán en la última entrega de los Goya. «Sólo echo de menos que Alfredo Landa me hubiera abrazado», dijo Sacristán al recoger su Goya por «El muerto y ser feliz». Fue él precisamente, junto a Miguel Rellán, el encargado de entregarle cinco años antes su galardón de honor a Landa.
Un Landa que evitó las polémicas que habían rodeado sus problemas con quien había sido director de su último trabajo y un amigo cercano hasta entonces, José Luis Garci. Juntos hicieron «Las verdes praderas», «El crack», «El crack II», «Canción de cuna», «Historia de un beso», «Tiovivo c.1950» y «Luz de Domingo», pero las malas relaciones de Garci con la Academia de Cine le llevaron a negarse a entregar a Landa su Goya de Honor y ahí se rompió una amistad de cuarenta años.