Stone river by Carlos White
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:14h
Guadalajara, Wad-al- hidjara, río que corre entre las piedras. Esperemos que no nos lapiden por lanzarnos de cabeza desde la cascada de Cañamar a su poza. Decía Nichita Stanescu que el que no choca con nada...
Música
Alina Orlova, música de otros mundos
¿Se inspiraría en el profundo lago Drūkšiai? ¿Se perdería en el bosque de pinos de Visaginas? En esa pequeña ciudad lituana de apenas 30.000 habitantes nació la cantante Alina Orlova. La verdad es que hasta que no la escuché cantar tampoco me interesé mucho por este pequeño rincón de la Europa Báltica. Alina Orlovskaya, una joven pelirroja de profundos ojos azules nació en un país que vivió encerrado y no se independizó hasta 1990. Pero su música bebe de múltiples fuentes. La originalidad de su voz, en lituano, en ruso o en inglés, te prende, te enamora desde el primer tema de su álbum “Perro silvestre desaparecido”. Y no te deja escapar. Una misteriosa voz de amplios registros, un raro e inusual pop-rock-báltico, engranado en violines, acordeones, percusiones, metales y cristales traslúcidos. Oírla tocar el piano es un deleite. Alina se emociona y emociona, su respiración se siente tan cercana que cuando dejas de escucharla sigues escuchándola. Su pintura deja en la retina la misma huella imborrable. Si me dicen que mañana toca o expone en París, en Berlín, Londres, Moscú o Vilna, vuelo hacia allí sin dudarlo.
Título: Laukinis suo dingo
Intérprete:Alina Orlova
Género: Alternativa
Discográfica: Frago
Lady Gaga, elogio al triunfo
O del absurdo. ¿Es esta Coco-Chanel de droguería futurista que ha despertado los instintos primarios de medio mundo un genio musical? Ya se sabe que en épocas de crisis, de penuria económica y de valores, el triunfo populista anestesia el miedo al fracaso. Algo de todo ello puede explicar cómo la dominatrix del latex digital ha logrado sintetizar y consolar de tal forma la exaltación extrema de los sentimientos y pasiones de una juventud desengañada. En un mercado globalizado, internetizado y emepetresdeado, esta corriente continua sexo-bailonga-buffa-lobotomizadora, espectacularmente escenificada, crece exponencialmente y acumula cifras de vértigo. Millones de discos vendidos, más de mil millones de vistas de sus vídeos en you Tube -casi una sexta parte de la población mundial-, cerca de siete millones de seguidores en Twitter y veintiún millones en Facebook. Sus 146 millones de resultados de búsqueda en Google dejan a los políticos a la altura del betún en cuestión de popularidad. Y todo esto, en cuestión de dos años. Algo tendrá la chica. Porque la verdad es que Stefani Joanne Angelina Germanotta, que así se llama la susodicha, además de ser un perfecto producto mercadotécnico y un espectáculo de sí misma al más puro estilo Madonna, canta, compone, produce, baila, toca… Coronada como reina del pop a sus 24 años, esta poderosa máquina de potente voz ha lanzado en 2010 un remix con 17 temas mezclados por los mejores DJ’S del mundo, contando además con la colaboración de Beyoncé. Un elogio de la locura que le deja a uno cara de póker. Las 18.000 gentes que vieron el otro día su concierto en Madrid no se arrepienten. Los que se quedaron en la calle con entradas falsas se tiraban de los pelos.
Título: The Remix
Intérprete: Lady Gaga
Género: Pop
Discográfica: Interscope Records
Elvis Costello, lejos del mundanal ruido
Muy lejos de las grandes cifras, de los números uno, es sin embargo uno de los grandes. Porque hay que ser grande para atreverse a versionear a Aznavour, para cantar con la mismísima Anne Sofie von Otter, para pasar sin despeinarse del punk al rockabillie o a la canción de autor. Para grabar treinta y siete álbumes y ser un referente mundial de la cultura pop durante cuatro décadas sin darse coba. Felizmente casado con la genial cantante y pianista de jazz Diana Krall, con la que tiene dos gemelos, vive hoy tranquilo en el frío Vancouver. Su último álbum, “National ransom”, tiene algo de recopilación de todos los estilos de los que ha bebido a lo largo de su prolífica carrera. Es una visión cruda, satírica a veces, melancólica otras, de la negra realidad que nos rodea. Sin caer en simplismos desesperados, apela a nuestra responsabilidad, a esa no tan inocente credulidad que nos ha llevado a dejarnos engañar de un modo tan salvaje. Un disco nacido del impulso sin ansiedad de aquel que ya ha recorrido un largo camino de alegrías y penas. Un disco de verdad.
En ese juego que les propuse el otro día de comparar versiones de temas, aunque este no viene dentro del álbum “National ransom”, comparen las de Elvis Costello y Charles Aznavour del tema “She”. Es fácil encontrarlo en You Tube. Y no me perdería tampoco a Costello con Diana Krall y Elthon Jonh en Makin’ Whopee. En la voz de Costello se puede hasta escuchar la trompeta de Chet Baker.
Título: National ransom
Intérprete: Elvis Costello
Género: Rock
Discográfica: StarCon LLC