Los novilleros Cayetano Ortiz y Luis Gerpe salen a hombros de La Isla de Trillo

Raúl Rivera, triunfador en 2012 en Trillo, no tuvo suerte con su primero. “El toro ha sido difícil. He intentado tapar lo mejor posible sus defectos, y le he dado algún muletazo de mérito, porque se veía que en cualquier momento me podía echar a los lomos. Ya con el capote el animal ha empezado el protestando, levantando la cara constantemente”, comentaba después de finiquitar de una media con descabello después de dos pinchazos.

Escuchó silencio. En el segundo, el novillero hizo una faena meritoria, pero volvió a estar desacertado con el acero, matando a la tercera. “La espada me ha jugado una mala pasada. Sin el fallo, creo que hubiera tocado pelo. No me voy nada satisfecho. Le he visto buena condición a este segundo novillo. He disfrutado con él, y yo creo que el público lo ha sabido valorar”, opinó. Donde sí estuvo fino fue con las banderillas.

El chaval puso dos pares soberbios. “La gente quiere espectáculo, y hay que dárselo”, dijo.

Cayetano Ortiz, que sustituyó a Brandon Campos después de que el mejicano se lesionara en un brazo ayer en Calasparra, estuvo bien con el capote en su primero, con unas chicuelinas que levantaron las palmas del público trillano. Después de una faena de la que sobresalieron varios meritorios naturales, mató, después de dos pinchazos, con una entera que necesitó de descabello.

“Con el capote, y con la muleta, sobre todo por el pitón izquierdo, le he dado unos cuantos pases muy a gusto y muy asentado, pero me ha fallado la espada”, decía el de Beziers (Francia). En su segundo novillo el galo dio de nuevo varios naturales, igualmente sobre el pitón izquierdo, “creo que muy puros”, valoraba. Ortiz lo despachó de con una buena estocada. El alguacilillo, Valentin Batanero, le entregó las dos orejas de su enemigo que le abrían la puerta grande.

Luis Gerpe recorrió el mismo camino que su compañero, pero a la inversa. Tuvo dos actuaciones meritorias, terminadas de forma bien diferente. En su primera faena, el madrileño se gustó con la muleta con unas excelentes manoletinas. “El toro me ha dejado estar. Le he pegado varios muletazos sintiéndome muy a gusto y la gente ha respondido”, comentaba.

Lo despachó de una buena estocada que le hizo acreedor a las dos orejas de su enemigo. Su segundo novillo fue más complicado. “Creo que he estado por encima de él, la faena ha sido buena, dentro de las condiciones del toro. Me voy de Trillo con buenas sensaciones y muy agradecido a su público”, terminó.