Muy mala suerte, fallece 3 días después de pasar 41 años en prisión por un crimen que no cometió
Acusado del asesinato de un guardia de prisión, el testigo clave del juicio había sido comprado por el Estado
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:14h
Herman Wallace, un ciudadano estadounidense que pasó 41 años en prisión por un crimen que no cometió, ha fallecido por el cáncer que padecía tan solo tres días después de ser puesto en libertad, según ha informado este viernes Amnistía Internacional USA. SIGUE
«Hoy es un día triste para la familia y amigos de Herman Wallace y para aquellos que pasaron muchos años trabajando por su libertad», ha señalado el director de AI USA, Steven Hawkins, en un comunicado, en el que la organización ha expresado sus condolencias.
«Herman falleció tres días después de que un juez revocara su condena y el estado de Luisiana le pusiera en libertad al cuidado de un hospicio, ya que padecía cáncer de pulmón», ha relatado Hawkins, que ha denunciado que «el estado sometió a este hombre al infierno». El presidente de AI ha subrayado que «aunque murió sabiendo que era libre, esto no mitiga las injustificables décadas que padeció el cruel e inhumano confinamiento en solitario». Según Hawkins, desde su «defectuosa condena en 1974» pasando por los «más de 41 años de confinamiento en condiciones degradantes», no se respetaron sus Derechos Humanos.
Amnistía Internacional hizo campaña durante años por que Wallace saliera del confinamiento en solitario y posteriormente, tras ser diagnosticado de cáncer, para reclamar su puesta en libertad para que pudiera pasar sus últimos días con sus seres queridos.
Wallace, un afroamericano, fue condenado en 1974 por el asesinato de un guardia de prisión por un jurado compuesto totalmente por hombres blancos, sin que hubiera ninguna prueba de ADN le relacionara con el crimen, ni tampoco el cuchillo ni las huellas de sangre encontradas en el lugar de los hechos. Además, posteriormente se supo que el testimonio del testigo clave había sido comprado por el Estado a cambio de favores, incluido un indulto. Ante estas circunstancias, un comisario judicial estatal recomendó en 2006 que se revocara su condena, pero el Tribunal Supremo de Luisiana rechazó la apelación. En 2009, Wallace pidió la revisión de su caso por los tribunales federales.
Este martes, un tribunal revocó su condena sobre la base de la exclusión sistemática de mujeres del gran jurado que le condenó inicialmente. Sin embargo, según Hawkins, «el jueves por la noche, el estado solo agravó los errores de la justicia volviendo a imputar a Herman por asesinato». «Nada puede deshacer el sorprendente trato de las autoridades a este hombre», ha lamentado.
Según AI, Wallace pasó 41 años en confinamiento en solitario 23 horas al día, sin acceso a ningún programa de rehabilitación o reinserción y saliendo solo siete horas a la semana de su celda, que aprovechaba para ducharse principalmente. «En virtud del Derecho Internacional, estas condiciones equivalen a trato cruel, inhumano y degradante», ha denunciado la ONG.