Un equipo de investigadores fabrican músculos artificiales con hilo de pescar

Un equipo internacional de investigadores ha desarrollado una técnica para fabricar músculos artificiales que, además de tener un coste muy reducido, tienen mucha más capacidad y energía que los naturales de las personas: hasta cien veces más. Un verdadero alarde de fuerza, que se produce “por la torsión y el bobinado de sedal e hilo de pescar de un polímero de alta resistencia”, según cuentan desde el Instituto de Nanotecnología de la Universidad de Texas.

La principal ventaja de esta nueva forma de construir músculos artificiales es el ahorro. Hasta el momento se realizaban con éxito a partir de materiales como alambre metálico y nanotubos de carbono, pero los investigadores y fabricantes afirman que este proceso es de fabricación costosa y difícil control. El reciente método es usar fibras de polímero de alta fuerza hechas de polietileno y nailon, los materiales comunes en el sedal para pescar y el hilo de coser. “Luego se retuercen las fibras en rollos muy apretados para crear un músculo artificial que se contrae y se relaja”, cuenta la agencia Efe.

Según se extrae de la publicación, “los músculos son accionados térmicamente por cambios de temperatura, que pueden ser producidos eléctricamente, por la absorción de la luz o por la reacción química de los combustibles”. “Por peso, pueden generar 7,1 caballos de fuerza por kilogramo, aproximadamente la misma potencia mecánica de un motor a propulsión”, cuenta el artículo. Parte del secreto de esta fuerza desbordante reside en que “comparados con los músculos naturales que se contraen aproximadamente un 20 por ciento, estos pueden contraerse a casi el 50 por ciento de su longitud”, afirman los científicos.

Los científicos explican que una aplicación práctica para este nuevo avance es dar expresión facial a los robots humanoides o aumentar la destreza en la microcirugía robótica mínimamente invasiva.