El PSOE asegura que el recibo del agua ha subido en Guadalajara un 45% desde que Román privatizó el servicio

Son datos “incuestionables y objetivos” dados a conocer por el viceportavoz del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Guadalajara, Daniel Jiménez, quien también ha señalado que si se compara el recibo del agua que pagan los vecinos de Guadalajara con los de otra localidad también abastecida por la Mancomunidad de Aguas del Sorbe y, por tanto, con el mismo coste para llevarla a los grifos de los domicilios, como es Azuqueca de Henares, el precio es mucho más elevado en la capital: por un consumo anual de 80 metros cúbicos, una vivienda de Azuqueca paga 59 euros, mientras que en Guadalajara se pagan 155 euros, es decir, un 60% más en la capital; por un consumo anual de 180 metros cúbicos, el vecino azudense paga 155 euros, frente a los 239 euros que se pagan en Guadalajara por el mismo caudal consumido, lo que representa un 35% más que en Azuqueca.

Jiménez no ha cuestionado el informe de la OCU que sitúa el precio del agua en Guadalajara entre los más baratos de las capitales de provincia españolas, pero ha indicado que “es una comparación con poco interés, dado que en otras zonas de España es mucho más costoso llevar el agua potable a los grifos” y lo que “verdaderamente interesa es la comparativa con municipios de nuestro entorno, que pagan el agua a la MAS al mismo precio que Guadalajara y sin embargo sus vecinos pagan mucho menos que los de la capital”.

En este sentido, ha recalcado que la diferencia entre lo que pagan los vecinos de Azuqueca y lo de Guadalajara por el mismo consumo estriba en el tipo de gestión del servicio: “mientras Román entregó la gestión del agua a una empresa privada que tiene que hacer negocio, en Azuqueca la gestión es pública y directa de su Ayuntamiento, sin intermediarios, y eso se refleja en que el recibo que paga el ciudadano es mucho más barato”.

Nuevos aparcamientos de pago en Guadalajara.

El viceportavoz socialista se ha referido también a los nuevos aparcamientos de pago, llamados de “larga estancia” o “zona verde”, que Román va a implantar en el entorno del Palacio del Infantado y de la Concatedral de Santa María, y que ya están pintados, señalizados y con las conexiones preparadas para instalar los parquímetros. Jiménez ha negado que exista una demanda de ese tipo de aparcamientos de pago entre los vecinos de las zonas afectadas, tal como sostiene el alcalde, y ha asegurado que “lo único que busca Román es un nuevo sistema de cobro a la ciudadanía, en cierta forma un nuevo impuesto municipal, por mero afán recaudatorio”.

El edil del PSOE ha añadido que “estos nuevos aparcamientos de pago, que Román ha impuesto de tapadillo y mediante la política de hechos consumados, causan un nuevo perjuicio al centro de la ciudad y a sus comerciantes”, ya que “si para venir al centro hay que dar vueltas interminables, pagar por aparcar e, incluso así, arriesgarse a una multa, parece que se está potenciando el desarrollo comercial de otras zonas, en especial la situada al otro lado de la A-2 y que el centro tenga cada vez menos actividad”.