Así lo ve y lo escribe Joaquín Abad
La abstención será mayúscula, ya lo verán.
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:14h
Me temo que la desidia ciudadana hacia nuestros políticos, hacia los partidos políticos que llevan más de treinta años alternándose en el poder, alternándose en los continuos escándalos de corrupción, de derroche, de enchufismo, va a provocar una gran abstención en las próximas europeas. Y eso que en el parlamento europeo se juegan muchos intereses que nos afectan. SIGUE
Pero aparte de que ese mastodóntico parlamento se haya convertido en un cementerio de elefantes donde muchos partidos retiran a sus pesos muertos para que sigan viviendo a cuerpo de rey, sin apenas trabajar unas horas semanales, con status de príncipe de la política y todo lo que lleva aparejado, es que los ciudadanos recelan ya de todo lo que huela a política.
Este país llamado España se ha convertido en estos años, gracias a los socialistas y a pepeistas, en un nido de corruptos con una imagen internacional por los suelos. Aquí se ha demostrado que no se mueve un presupuesto oficial sin el correspondiente soborno, al partido, al tesorero, al político que mientras no lo pillen con el carrito del helado negara la mayor.
Como negaba la mayor Alfonso Guerra, vicepresidente del gobierno de Felipe González, cuando toda Andalucía conocía lo que pasaba en el despacho que su hermano Juan Guerra, y los empresarios que peregrinaban de todas las provincias para que el conseguidor interviniera...
Como negaba la mayor Felipe González por su presidente del Banco de España, Mariano Rubio, pocos días antes de que el juez Baltasar Garzón lo enviara a prisión...
Y como tantos y tantos de todos los partidos han negado y luego se ha sabido que se han enriquecido a costa del erario público, a costa de los impuestos que pagamos todos los españoles.
Pues eso, la antipática Elena Valenciano, que encabeza la lista por el pesoe, gracias a su íntima amistad con el cántabro charlatán de feria, Alfredo el químico, no levanta pasiones.
Seguramente es un destino al cementerio para que se retire y no asista al hundimiento de su partido en las próximas municipales, generales, etc. Porque tras la era del iluminado Zapatero, el partido del proletariado ha quedado hecho unos zorros. Y camina, a marchas forzadas, hacia su desintegración, por culpa de un aparato que en su momento no quiso que Pepe Bono se hiciera con la secretaría general. No se fiaban de su posición frente al caso GAL y prefirieron dar su apoyo al que no había destacado, al que no había abierto jamás la boca, al que no tenía experiencia en nada que no fuera su paso por el pesoe leonés. Un inútil total que llevó a España a la quiebra y a punto estuvo que provocar que pasáramos el trago de tener que ser rescatados, como Portugal, como Grecia.
Zapatero, que sacó de nuevo del armario las dos españas, no consiguió del todo terminar con este país, pero si parece que ha conseguido acabar con el pesoe que gobernaba con mayoría absoluta y diez millones de votos.
Con estos antecedentes la ciudadanía cada vez está más alejada de los políticos que les representan.
La abstención será mayúscula, ya lo verán.
Joaquín Abad