La Opinión de Andrés Aberasturi
A.aberasturi
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:14h
Leer desde la plácida campiña alcarreña los proyectos de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) que cuenta al parecer con más de un millón de afiliados, sólo refuerza mi idea de declarar -previo referéndum, eso sí- la Republica Independiente de las Cuatro Piedras a la salida de Yunquera. SIGUE
Los de ese tramo tenemos también nuestro conflicto histórico que se remonta a cuando las cuatro piedras desaparecieron sin que nadie sepa nada cómo y dejaron de marcar el territorio de los enamorados que llegaba hasta el Chorrón. Más allá era entrar en zonas peligrosas de dos rombos.
Pero si la ANC se está planteando muy seriamente un ejército catalán por tierra, mar y aire con sus reservistas y todo y hasta una agencia de espionaje, a ver por qué yo no puedo reivindicar con mis vecinos la secesión de de ese trozo de avenida y sus alrededores.
En serio… bueno, no; porque en serio no se puede escribir de esta Asamblea que lleva meses proyectando las instituciones de una Cataluña independiente, dispuesta a comprar aviones F-16 mientras cierra escuelas, reduce hospitales y no paga sus deudas.
Pero la ANC lo tiene todo previsto y así va, de disparate en disparate, avergonzando a muchos amigos míos, catalanes de bien, unos más independentistas que otros pero todos con los dedos de frente suficientes para entender cuando se pasa de castaño a ridículo. Si la ANC (entren en su página web por curiosidad aunque sólo podrán leerla en catalán o en inglés) es la intelectualidad en el proceso de secesión de Cataluña, que Dios nos asista y asista, sobre todo, a los catalanes porque es difícil encontrar tanta fantasía y tanta ensoñación deliberada y absurda bajo unas siglas.
Y encima luego se quejan de que España no les quiere…
a.aberasturi