Matar al mensajero

Desde UPyD no ponemos la mano en el fuego por ningún medio de comunicación, todos en mayor o menor medida están politizados, pero si defendemos la lucha por la independencia de sus trabajadores e informadores, obligados muchas veces por el miedo a perder sus puestos de trabajo.

Manipulados o no, la cuestión que nos trae aquí es el contenido y no el informador. Vergüenza tiene que darle al PSOE de Azuqueca acusar a ciertos medios de partidistas cuando ellos con el dinero de todos los vecinos controlan la revista municipal para su gloria y ensalzan sus virtudes con el alcalde a la cabeza mientras ocultan infamemente la labor de los grupos de la oposición.

En el panfleto vierten una serie de mentiras entre las que no podemos por menos que aludir: Para empezar, las noticias que aparecen en un medio de prensa, no van contra Azuqueca ni mucho menos contra sus vecinos como ellos argumentan, son una crítica a la mala gestión del equipo de gobierno, a su inoperancia en un tema tan importante y preocupante como la aparición de ratas en algunos barrios de nuestro municipio, y su única defensa es decir textualmente “ Solo dos vecinos han comunicado que habían visto UNA rata”. Los socialistas son los MENTIROSOS.

UPyD Azuqueca fuimos los primeros en denunciar el hecho pasando por el registro municipal tal incidencia, después de ser avisados por un gran número de vecinos, corroborado después con material fotográfico del barrio en cuestión de agujeros sempiternos y medidas caseras tomadas por los propios vecinos ante la ineficacia de la mayoría socialista en el consistorio. Vecinos que nos cedieron su voz para hacerla pública, evitando así ser mal vistos por estos democráticos socialistas.

Desde UPyD no queremos alarmar a la población, pero tampoco ocultar la realidad, como venía siendo habitual en nuestro municipio antes de nuestra aparición en el espectro político de la localidad. Sí que hay un plan anual de desratización, pero hay que actuar con presteza en actuaciones extraordinarias durante temporadas especiales y obras inesperadas si este plan no fuera suficiente y no cruzarse de brazos.

La cuestión es que nuestros gobernantes se preocupen de los temas cotidianos que preocupan a los vecinos, cuestiones del día aunque eso no de votos, y se dejen de obras faraónicas cada dos por tres cambiadas de nombre por aquello de quedar bien con todos, privatizaciones y macro conciertos para los que la localidad no está preparada.

Srs. Socialistas, la ética política es asumir errores, corregirlos y disculparse cuando se cometen, pero ustedes se dedican a MATAR AL MENSAJERO.