La Justicia como espectáculo

Se supone que si en algo no puede/debe devenir la Justicia es en espectáculo. Pues no es así. Frente a la Audiencia Nacional o los juzgados en los que se ventilan casos de famosos/as, se congregan periodistas, curiosos, grupos de manifestantes por diversos motivos, buenas gentes que pasan por allí y jubilados como yo que antes nos asomábamos a ver cómo iban las obras y con la crisis de la construcción hemos cambiado la cosa del ladrillo por la de la toga.

Esto es normal. Lo que ya resulta más raro y cada vez más frecuente son la batallas dialécticas que mantienen jueces, fiscales y abogados y que entran en no pocas ocasiones en el terreno de lo personal.

Así el juez Castro en su escrito rechazando el recurso de apelación de los abogados de la infanta Cristina, da un repaso a Miguel Roca que a su vez había dado otro repaso al juez Castro en el mismo recurso de apelación y en declaraciones a los medios. Da igual que media España esté por la labor de sentar a Cristina en el banquillo y la otra media en contra.

Lo que no parece de recibo es que en este país nos estemos acostumbrando a caer tan bajo en la utilización de la Justicia y la culpa la tenemos un poco todos, pero es cierto que el acoso mediático se hace en ocasiones exagerado, que los abogados de las partes utilizan los medios para calentar el ambiente y que los jueces y fiscales –no todos- no sólo hacen declaraciones sino que meten de clavo en sus escritos juicios de valor, reprimendas e ironías que nada tienen que ver con la redacción jurídica tan poco dada a los juegos florales.

Esto es algo que debería cambiar y estar más vigilado por el CGPJ.

a.aberasturi