Ana Guarinos: “La Fiesta de Candelas es el claro ejemplo del empeño por mantener con ilusión nuestras tradiciones más ancestrales”

La localidad de El Casar celebra estos días su tradicional Fiesta de las Candelas que está declarada de Interés Turístico Provincial y cuenta con gran arraigo entre los casareños que se involucran y participan en la fiesta en honor a la Virgen de las Candelas a la que se honra desde hace ya más de 150 años. De esta forma, este sábado ha tenido lugar la lectura de la Carta de Candelas por parte de Mario Carpintero desde el balcón del Ayuntamiento, quien a través de un lenguaje popular cuenta también anécdotas y chascarrillos de los llamados ‘funcioneros’, vestidos con traje, corbata y con banda y pañuelos de seda bordados en los bolsillos de la chaqueta que escuchan con atención desde la misma plaza del Consistorio. Previamente, ha tenido lugar la tradicional carrera protagonizada por los propios ‘funcioneros’, la yunta y el pagador a caballo; además de la bendición del párroco.

La presidenta de la Diputación Provincial de Guadalajara, Ana Guarinos, no ha querido perderse esta celebración en la que junto al alcalde Pablo Sanz y el resto de la Corporación municipal, además de la senadora Ana González, ha participado y disfrutado al igual que el numeroso público que ha seguido con atención el desarrollo de los actos pese al frío de la tarde. Guarinos, ataviada convenientemente para la ocasión con su capa castellana, ha resaltado “la implicación de todo un pueblo unido por una celebración con una gran historia y devoción que, año tras año, permanece inalterable y continúa su legado de generación en generación”.

Además, la máxima responsable de la Institución Provincial ha querido transmitir su enhorabuena al autor de la Carta de Candelas y su agradecimiento a todas las personas implicadas en la organización por contribuir con su esfuerzo e ilusión a mantener nuestras tradiciones más ancestrales que constituyen todo un elenco de posibilidades en nuestra diversa oferta turística y cultural”. Guarinos ha realizado estas declaraciones coincidiendo con la celebración de la Feria Internacional de Turismo, FITUR, en la que mañana tiene lugar el Día de Guadalajara con multitud de presentaciones de una parte del potencial turístico de nuestra provincia.


“La Fiesta de las Candelas es un buen ejemplo del atractivo de nuestras festividades”, dijo la presidenta animando a acudir a El Casar para comprobarlo y destacando el empeño constante del alcalde por convertirla de Interés Turístico Regional. Por su parte, el alcalde Pablo Sanz agradeció la “colaboración, aportación y presencia” de la presidenta de la Diputación que, añadió, “es una de las máximas defensoras de nuestras tradiciones en la provincia”.

Este domingo continuarán los actos festivos con la Misa y procesión en la ermita en honor a San Blas. Por la tarde tiene lugar el tradicional revoloteo de la bandera con la imagen de la Virgen, y entrega de la misma.

Historia de la Fiesta de las Candelas

Un grupo de mayordomos elige a sus correspondientes soldados: un capitán, un teniente abanderado, un teniente, un alférez, un sargento, varios cabos, un pagador, un yuntero, y el cura de las candelas, a la manera de una botarga, vestido de frac y sombrero de copa. Se trata de un conjunto o especie de soldadesca que se conoce con el nombre común de los funcioneros que llevan picas engalanadas con flores y cintas de colores. A la hora de la misa acuden todos al templo parroquial donde dejan las picas y forman una especie de procesión hasta recoger las velas o candelas encendidas durante el tiempo que dure la misa y la procesión de la Virgen que tiene lugar después de haber dado a la bandera.

Posteriormente, la comitiva se encamina hacia la plaza lanzando las picas al cielo para ver quién llega más alto, siempre que en su bajada no caigan al suelo, puesto que ello tendrá un castigo para los mayordomos. Una vez en la plaza tienen lugar los ondeos de la bandera como acto de destreza.

Después de la comida se procede a la lectura de la carta de las Candelas, es decir, una colección de sencillas composiciones poéticas en que se dan a conocer los ‘pecados’ de los propios funcioneros. Es de destacar que antes de la lectura de esta carta, los funcioneros den varias vueltas a la plaza del pueblo corriendo perseguidos por un jinete vestido estrafalariamente al que a su vez siguen las mulas pintadas, que parece no poder llegar a alcanzar la soldadesca.