El obispo Atilano Rodríguez, premio Princesa de Éboli
El titular de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara recogerá el galardón, que se entrega desde el año 2013, el próximo día 16 de julio, en la inauguración del XIV Festival Ducal de Pastrana
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REDACCION
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redaccionguadanewses/9/9/19
martes 07 de julio de 2015, 10:51h
El Ayuntamiento de Pastrana entregará el Premio Princesa de Eboli a Atilano Rodríguez, obispo de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara. El galardón, que se entrega desde el año 2013, reconoce la implicación de los distinguidos en la defensa del patrimonio pastranero y en la divulgación nacional o internacional del nombre de la villa ducal. “Atilano Rodríguez ha hecho tanto lo uno como lo otro”, valora Ignacio Ranera, alcalde de la Villa Ducal. “Personalmente, valoro el premio como un reconocimiento al trabajo y al esfuerzo de muchas personas que, en la diócesis de Sigüenza-Guadalajara, se dedican a la recuperación del patrimonio. Es de destacar el potencial artístico y cultural de la villa de Pastrana, merecedor de todos los esfuerzos posibles para revalorizar sus posibilidades”, afirma el obispo.
El prelado recibirá el Premio Princesa de Eboli el próximo día 16 de julio, siendo su entrega uno de los actos principales de la apertura del XIV Festival Ducal de Pastrana. Sobre las razones que han hecho a Rodríguez acreedor a la distinción, Ranera se ha referido a “su apuesta decidida por el proyecto del Museo de Tapices, que apoyó de manera incondicional desde su misma gestación, y ratificó en momentos complicados en lo económico, en mayo de 2012, considerándolo invariablemente un proyecto de futuro, no sólo para Pastrana y su comarca, sino también para Guadalajara”. En este sentido, Rodríguez valora que “es evidente que la gestión de los recursos de un pueblo, sean los que sean, ayuda a su dinamización. En este caso la promoción llega de la mano de un patrimonio cultural que la Iglesia ha conservado fielmente y que las distintas administraciones han ayudado a mantener. Creo que el Museo parroquial de Tapices puede ser un buen reclamo turístico para Pastrana y su entorno”.
El Museo, inaugurado el 10 de octubre de 2014, y la apertura del Año Jubilar Teresiano en Pastrana, que tuvo lugar sólo dos días después, “en la que igualmente la labor del obispo fue determinante”, prosigue Ranera, han marcado “un antes y un después” en la promoción turística de la villa ducal. Las cifras de visitantes en los últimos meses del año 2014, y en lo que va de 2015, así lo atestiguan. “Hoy, Pastrana es un referente turístico no sólo a nivel provincial, también regional, con una imagen que suscita interés creciente como polo de atracción hacia la comarca de La Alcarria, y eso, en parte, se lo debemos a la puesta en valor del Museo, en cuyo origen estuvo el apoyo inquebrantable de Don Atilano. Aquella fe suya de ayer, es la que el Ayuntamiento de Pastrana le reconoce hoy”, valora el alcalde. En este sentido, el obispo destaca también “la implicación del párroco de la localidad, Emilio Esteban, que ha sido clave para ese “despegue turístico”, quien ha puesto mucho empeño en la tarea. La inauguración de la reforma del Museo ha coincidido con las celebraciones jubilares teresianas, que en Pastrana tienen una resonancia especial puesto que allí Santa Teresa, llamada por los príncipes de Éboli, fundó dos monasterios: uno masculino y otro femenino. La celebración de esta efeméride supone un acicate más, también espiritualmente hablando, para la vida diaria de la comunidad cristiana de Pastrana y para los que durante este año jubilar se acerquen a visitarla”.
La construcción del Museo de Tapices de Pastrana fue nominada como PIR, Proyecto de Interés Regional, por FADETA, el Grupo de Desarrollo Rural del Tajo Tajuña, y su financiación, 0,8 millones de euros, fue posible gracias a los fondos europeos, la ayuda de la Junta de Comunidades, la correspondiente aportación de Obispado y Ayuntamiento, y también de la Diputación de Guadalajara. Además de su edificación y musealización, el proyecto incluyó también la rehabilitación de los propios tapices, llevada a cabo en colaboración con la Fundación Carlos de Amberes y el periplo internacional de las telas (Bruselas, Lisboa, Toledo, Guadalajara y Estados Unidos). La exhibición de los tapices sirvió para devolverles su internacionalidad -fueron fabricados en Flandes en el siglo XV- y “además ha incrementado significativamente su conocimiento, prestigio y, consecuentemente capacidad de reclamo”, añade Ranera. “Está claro que la concurrencia de esfuerzos y de ayudas de las instituciones siempre supone un beneficio a la comunidad. Acciones de este tipo deben servir de ejemplo para otros lugares en los que se pueden llevar a cabo actuaciones semejantes. Si además este espacio sirve, como reconoce públicamente el propio alcalde de Pastrana, para transmitir el mensaje de las fundaciones de Santa Teresa de Jesús, mucho mejor”, afirma Rodríguez.
En su primera edición (2013), el premio distinguió la labor de Esther Alegre Carvajal, profesora de Historia de la UNED, principalmente por la publicación de su libro "La villa ducal de Pastrana", que marcó un antes y un después en la promoción turística de la localidad alcarreña. El texto supuso un cambio de visión sobre el concepto de villa renacentista. Ruy Gómez de Silva, duque de Pastrana y secretario de Felipe II, viajó con el rey a Italia, conoció las ciudades estado italianas y convirtió a Pastrana en una villa ducal.
En la segunda edición (2014), el premio recayó en Ciriaco Morón, pastranero de origen humilde quien, gracias a su poderoso intelecto, se convirtió en catedrático de Teología e Historia de las Ideas, forjándose una dilatada y productiva carrera docente tanto en Europa como en Estados Unidos, donde fue durante largos años profesor en la universidad norteamericana de Cornell. Morón acumula, entre otros muchos galardones, el premio internacional de la Universidad Menéndez Pelayo, “pero es que además siempre ha llevado a gala su condición de pastranero por donde quiera que ha ido”, termina Ignacio Ranera, alcalde de Pastrana. “Es para mí un honor suceder a una historiadora y a un hispanista de la talla de los anteriormente galardonados, es decir a dos estudiosos e investigadores, que han sabido llevar a Pastrana fuera de las fronteras localistas, dando a conocer su rica y fecunda historia”, termina Atilano Rodríguez.