La Opinión de Andrés Aberasturi : García-Page y Cataluña

El presidente Emiliano García-Page se ha mojado en el espinoso tema de la pretendida secesión de Cataluña refutando la idea de Felipe González que pedía reconocer a Cataluña como nación en una futura reforma constitucional. Según Garcia-Page "lo que hay es una acumulación permanente de agravios y desde mi punto de vista, España es una nación en la que caben distintas sensibilidades que se pueden aproximar más o menos a nación”.

Y aun apostilla algo que parece fundamental: "hace ya varias décadas se reconoció que hay regiones y nacionalidades" lo que "es una aproximación bastante sentimental y bastante razonable a ese concepto”.

Y es que resulta ya molesto para regiones con tanta Historia como la nuestra –y tantas otras- lo del dichoso “hecho diferencial” porque España sería, en todo caso, la unión de variados “hechos diferenciales” y esa es su grandeza pero me temo que también su desencuentro histórico animado por las incesantes guerras entre los viejos reinos.

Pero la realidad que tenemos hoy –y mucho más después de la Constitución del 78, revisable, desde luego- es una nación, España, en la que caben, como se ha dicho tantas veces, distintas sensibilidades. Lo que no vale es tergiversar la Historia para favorecer la economía.

Personalmente que se denominen naciones o comunidades, no me parece relevante, solo algo sentimental; el problema es cuando una de ellas quiere cambiar unilateralmente las reglas del juego y utiliza la sentimentalidad para obtener un trato económico distinto.

Donde García-Page flojea es cuando asegura que "vamos a apostar por la concordia y el consenso aunque eso suponga que haya cambios". Ya está claro que ese camino federal del PSOE, que aún está por explicar, pueda solucionar nada porque los independentistas catalanes lo han rechazado antes de conocerlo.

Para ellos solo hay una salida y no es la buena.