Derrota del Trillo en Cabanillas
Han perdido por 4-2 un partido en el que empezaron marcando, 0-1, para encajar después tres goles a balón parado que decidieron el resultado
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REDACCION
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redaccionguadanewses/9/9/19
lunes 23 de noviembre de 2015, 11:58h
El CD Trillo cayó ayer en el Municipal de San Blas ante el Sporting Cabanillas, por 4-2. Los de Antonio Sancho salieron confiados al terreno de juego, una cancha de pequeño tamaño y de césped artificial en la que se sienten cómodos. Con el equipo bien pertrechado atrás, con Jorge Peña en el eje de la defensa y Diego Batanero en la medular, llegaba el primer tanto, obra de Rubén Alvaro, en el minuto 5.
El 0-1 reforzó el planteamiento del míster. El Cabanillas no creaba peligro, pero los trillanos cometieron una falta a cuatro metros de la frontal del área que Javier López convirtió en un golazo soberbio que se coló por la misma escuadra de Aritz. “Un obús imparable”, describe el entrenador.
El tanto descentró a los ribereños, que encajaron dos goles en el último tramo de la primera parte en sendos fallos defensivos. Carlos Portillo, aprovechó un fallo de marca para marcar con un disparo al borde del área grande en el minuto 22. Y este mismo jugador hizo el tercer tanto cuatro minutos más tarde, a la salida de un córner que los azulones no supieron defender, en esta ocasión a media altura y por el primer palo. El Trillo tuvo el 3-2 en los pies de Cristian de la Mata, cuyo remate sacó el portero, y después en los de José Luis Domeque, que recogió el rechace para chutar a centímetros del marco cabanillero, pero por fuera.
Tras el paso por el vestuario, el Trillo salió con fe en la remontada. “Nos habían marcado aprovechando dos fallos defensivos y en jugadas a balón parado”, explica Sancho. Sin embargo, en el minuto 55, Adrián Felipe acababa con gran parte de las esperanzas trillanas, culminando una gran jugada de equipo del Cabanillas. Y aun se pondrían las cosas peor tras la expulsión de Jorge Peña, en el minuto 68, por doble amarilla.
Aun así, Sancho adelantó líneas e hizo el 4-2, en el minuto 84, que devolvía la ilusión a los ribereños por mediación del chaval Carlos de la Mata. Santi Casas tuvo el 4-3 con un potente disparo desde la frontal que se fue alto por poco, “aunque ellos también pudieron aumentar la cuenta en alguna contra”, dice con deportividad el míster.