García-Page rechazó el 21 de abril una partida de 500.000 euros para retirar los neumáticos

La polémica política en torno al cementerio de neumáticos de Seseña no se inició, ni mucho menos, ayer con la primera mecha del fuego. Los vertidos en el municipio situado en el límite de las comunidades castellano-manchega y madrileña se iniciaron a finales de los noventa y el mes pasado, en las Cortes de Toledo, escribieron su último episodio. En la sesión del pasado 21 de abril el Gobierno autonómico presidido por el socialista Emiliano García-Page –con el apoyo de los dos diputados de Podemos– rechazaba una enmienda a la Ley de Presupuestos en la que el Grupo Popular pretendía destinar 500.000 euros para continuar con los trabajos de reciclado de los neumáticos iniciados durante la anterior legislatura.

Pero las aspiraciones del diputado del PP Carlos Velázquez Romo, que también es alcalde de Seseña, se toparon con los 17 votos en contra de la coalición de izquierda. En su argumentación para rechazar la enmienda, la parlamentaria socialista Carmen Torralba consideró que «500.000 euros no dan para nada» e instó al popular a responsabilizarse :«Usted, junto con el Gobierno de otras administraciones gobernadas por su partido, que se arremanguen y pongan dinero también para solucionar el problema».

Tal y como queda reflejado en el acta del citado Pleno, Torralba ofreció como argumento para rechazar la propuesta la siguiente argumentación: «la mayoría de los neumáticos vienen de la Comunidad de Madrid porque el parque de automóviles es mucho más importante que el de Castilla-La Mancha. Por tanto la solución pasa por que las tres administraciones se sienten y resuelvan el problema». Una respuesta que se encontró con un vaticinio del diputado y alcalde de Seseña: «Mire, si saliera ardiendo, no habría partidas en todo el prespuesto para pagar bomberos para que estuvieran allí apagando, porque el problema sería de ámbito nacional», explicó Velázquez Romo.

Además, tanto la Junta de Castilla-La Mancha como la Comunidad de Madrid y el Ministerio de Fomento llevan meses trabajando para resolver la situación puesto que la presidenta madrileña instó a una reunión urgente para ello al comienzo de la legislatura. De hecho, ya ha habido ocho reuniones, y la novena está prevista para el próximo 25 de mayo, según explicó ayer el consejero madrileño de Medio Ambiente, Jaime González-Taboada.

En ellas se acordó, entre otras cosas, que la Comunidad de Madrid aportaría 500.000 euros para limpiar el vertedero y se incluyó en las negociaciones a dos empresas de reciclado de neumáticos, Signus y TNU, que advirtieron de que la capacidad de absorción del mercado es muy pequeña.



Lo acababa de advertir el alcalde de la localidad toledana de Seseña, Carlos Velazquez. El cementerio de neumáticos que ahora arde en el municipio, a escasos 400 metros de la urbanización El Quiñón, era un verdadero peligro. Fue el pasado 21 de abril de 2016, hace menos de un mes, durante un pleno en las Cortes de Castilla-La Mancha, cuando el también diputado regional del PP vaticinó: "Si esto (el cementerio de neumáticos) saliera ardiendo, no habría partidas en todo el presupuesto para pagar a bomberos" ya que el problema sería "de ámbito nacional". Velázquez impulsó una enmienda parcial al presupuesto de la Junta para 2016 con el fin de acabar con el cementerio de neumáticos, un asunto que Podemos se comprometió a estudiar, pero que finalmente no salió adelante por los votos en contra del PSOE y de la formación morada.