Carta semanal del obispo: “Don Jesús Pla Gandía”
martes 06 de septiembre de 2016, 10:32h
En la homilía pronunciada con ocasión de la solemne ceremonia de canonización de Santa Teresa de Calcuta, el papa Francisco recordaba a todos los cristianos y a quienes buscan con sinceridad la voluntad de Dios que “El seguimiento de Jesús es un compromiso serio y al mismo tiempo gozoso; requiere radicalidad y esfuerzo para reconocer al divino Maestro en los pobres y ponerse a su servicio”.
Cuando aún resuena en nuestros oídos esta invitación al seguimiento radical y gozoso de Jesucristo, los miembros de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara tendremos la oportunidad de participar en otro acontecimiento eclesial muy importante para todos nosotros. Se trata de la apertura solemne del proceso de beatificación y canonización de Monseñor Jesús Pla Gandía que, como ya informó la hoja diocesana, tendrá lugar, Dios mediante, el próximo día 17 de septiembre en la Santa Iglesia Catedral de Valencia.
Aunque no puedo ofrecer un testimonio personal de las vivencias espirituales y del servicio pastoral de don Jesús en la diócesis, puesto que en aquellos años un servidor aún no había sido nombrado obispo, sí puedo dejar constancia del afecto y del testimonio de muchos sacerdotes, religiosos y cristianos laicos de nuestra querida diócesis que tuvieron la dicha de comprobar y experimentar la vivencia radical de las virtudes teologales de la fe, la esperanza y la caridad durante los años de su servicio pastoral a la diócesis.
Este acontecimiento tiene que llenarnos de alegría y de gozo a todos los miembros de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara pues, mediante la apertura solemne del proceso de beatificación de don Jesús, tendremos la oportunidad de descubrir su firme propósito de seguir a Jesucristo con radicalidad evangélica, su deseo de avanzar cada día en el camino de la santidad, su disponibilidad para el perdón a sus semejantes y su valentía a la hora de defender la fe y las enseñanzas de la Iglesia en tiempos de indiferencia religiosa y de cierto conformismo con el pensamiento único.
En estos momentos no sabemos si la Iglesia llegará a reconocer algún día solemnemente la vivencia radical del Evangelio por de don Jesús. Pienso, no obstante, que esto no debe de importarnos demasiado. Lo que sí hemos de hacer ahora es dar gracias a Dios por su testimonio de vida cristiana, conocer mejor su hondura espiritual y humana por medio de la lectura de sus escritos y poner todos los medios a nuestro alcance para que en todo momento se cumpla la voluntad del Padre celestial.
La sola incoación del proceso de beatificación tiene que ayudarnos a descubrir que el Señor sigue haciendo maravillas en todos los tiempos por medio de personas humildes y sencillas como don Jesús. El mismo desarrollo del proceso ha de estimularnos a todos a poner siempre la mirada y el corazón en Jesucristo, el único Señor y Salvador de los hombres. El nos guiará, mediante la acción del Espíritu Santo, por el camino de la santidad y del servicio a todos los hombres, especialmente a los más pobres.
Con mi bendición, feliz día del Señor.
Atilano Rodríguez, obispo de Sigüenza-Guadalajara