El niño de 4 años podría haber reconocido a uno de asesinos de la matanza de Pioz, y por eso...le mataron
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REDACCION
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redaccionguadanewses/9/9/19
martes 27 de septiembre de 2016, 21:36h
Una de las nuevas hipótesis con la que trabajan los investigadores del cuádruple asesinato de un matrimonio y sus dos hijos en la localidad alcarreña de Pioz, es que el autor o autores podrían pertenecer al entorno más próximo a los fallecidos, según han informado a LA RAZÓN fuentes que siguen el asunto.
El móvil del crimen del matrimonio brasileño formado por Marcos Campo Nogueira y Janaína Santos Américo, y de sus dos hijos, de cuatro y un año de edad, nada tendría que ver con el mundo de las drogas o la delincuencia, sino con las relaciones que alguien mantenía o pretendía mantener con una de los dos componentes del matrimonio.
Fuentes de la investigación consultadas por este periódico admitieron que, en efecto, ésta es una de las hipótesis con la que se trabaja, sin que se hayan descartado otras. En cualquier caso, de confirmarse, supondría un giro absoluto a todo lo que se ha venido diciendo desde que se descubrieron los cadáveres, en la urbanización La Arboleda de Pioz.
Uno de los datos que llamó la atención de los agentes de la Guardia Civil es que ni las puertas ni las ventanas estaban forzadas, por lo que el autor o autores podían ser conocidos de la familia. El asesinato de los niños se debería a esta misma razón ya que, al menos uno de ellos, el de cuatro, les habría reconocido e informar después a las Fuerzas de Seguridad. Se trataba, por duro que suene al hablar de menores, de no dejar testigos.
El hecho de que los cadáveres aparecieron descuartizados y degollados (los de los niños) y metidos en bolsas de plástico habría sido, como se pensó en un principio, para trasladarlos a otro lugar y hacerlos desaparecer de una forma definitiva.
Las bolsas, por su tamaño, no llamarían en principio la atención y podrían haber sido guardadas en el maletero de un coche para su traslado. Por razones que se desconocen (alguien pasó por el lugar y podía identificar el coche o la zona escogida para el enterramiento no estaba solitaria) el autor o autores dejaron su «trabajo» a medio hacer y abandonaron el lugar.