La Junta de Gobierno de la Comunidad de Regantes de los Riegos del Bornova y propietarios afectados han solicitado una reunión urgente con el Consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, para abordar el conflicto surgido con el trazado proyectado de línea eléctrica aérea y subterránea incluida en el Plan de transformación en regadío de la zona de Cogolludo.
El trazado eléctrico proyectado atraviesa parcelas de regadío en los términos de Jadraque, Membrillera, Carrascosa de Henares y Espinosa de Henares, y ocasionaría graves daños económicos a los agricultores, muchos de los cuales han realizado inversiones importantes en infraestructuras en los últimos años. La Comunidad alerta además del peligro que supone la coincidencia de una línea eléctrica con tubos de riego.
La Comunidad de Regantes de los Riegos del Bornova propone un trazado alternativo que discurra por la zona de secano en lugar del proyectado que lo hace por toda la zona regable del Bornova, a lo largo de 12 kilómetros, afectando a las instalaciones existentes (tuberías aéreas y enterradas).
En la reunión mantenida el pasado 18 de Enero en la Dirección Provincial de Agricultura a petición de los regantes, se rechazó totalmente la alternativa del cambio de trazado propuesta y se confirmó que el trazado actual es irreversible. Por este motivo la Comunidad de regantes ha decidido acudir al Consejero de Agricultura, para exponerle la situación creada, que consideran paradójica, pues para dar electricidad a un nuevo proyecto de regadío, quedan afectadas gravemente parcelas de otro regadío como es el del Bornova. Los afectados dejan claro que no tienen nada en contra de los regadíos de Cogolludo, incluso algunos tienen parcelas también en esa zona, sin embargo se ven obligados a defender sus intereses ante el agravio que supone la obra y la falta de información que denuncian durante la tramitación del proyecto.
La zona regable del Bornova abarca más de 2.000 has., en las vegas de los ríos Bornova y Henares; los recursos proceden del embalse de Alcorlo en el río Bornova. El sistema de riego es por aspersión (cobertura total enterrada y superficial) sin necesidad de elevación suplementaria y, por tanto, sin gasto energético.
En conjunto, supone el mayor proyecto en regadíos que se ha acometido en Guadalajara con una fuerte inversión. Tras más de 20 años desde su puesta en marcha, los regadíos de Bornova han contribuido de manera muy importante a fijar población en esta zona de la provincia y a hacer rentable agrícolamente toda la comarca.