La plataforma ‘La Otra Guadalajara’ acordó reanudar su andadura, “después de un periodo en aparente (que no real) parada, en atención a que la ciudadanía ha de permanecer atenta y partícipe ante la situación extrema en la que se encuentra la Comarca de Molina de Aragón”.
Asimismo, se acordó elegir una nueva Comisión que representará a la plataforma y que, continuando con el modo de proceder que ha caracterizado a este colectivo ciudadano, se encargará de la portavocía de forma colectiva. Se agradeció a la Comisión saliente el enorme trabajo que ha llevado a cabo a lo largo de los últimos años y el ejemplo organizativo y de saber estar que las personas que formaron parte de ella legan a la nueva Comisión.
Otro punto en el que se volvió a incidir fue el de la necesidad de mantener la independencia de la plataforma con respecto a otras asociaciones y partidos políticos. ‘La Otra Guadalajara’ está abierta a todas las personas que entren en ella en representación de sí mismas, pero su propósito es mantener su carácter apartidista, que no apolítico.
La actividad de la plataforma seguirá girando en torno al Plan Integral para el desarrollo de la Comarca de Molina, texto transversal sobre el que se tratará de seguir profundizando, conociendo mucho mejor su contenido y avanzando en él como propuesta surgida de la ciudadanía del territorio para un verdadero progreso del mismo.
Entre las opiniones que se recogieron ayer cabría destacar la visión histórica de las potenciales acciones que lleve a cabo la plataforma: si nos movemos quizá no consigamos nada, pero al menos la historia no juzgará a la ciudadanía de esta época y de esta comarca como una sociedad estática y resignada.
Por otro lado, se ha hablado de la necesidad de ir más allá de la pobre concepción de la Comarca como un lugar de veraneo que algunos tienen; la urgencia de defender nuestro modo de vida, en el lugar que hemos elegido para vivir; la invitación a que todo el que desee formar parte de la plataforma, se acerque a ella sin reparos, colaborando con la Comisión que siempre estará al servicio y supeditada a la Asamblea; y la observación acerca de la pluralidad que existe en la Comisión, tanto ideológica, como sectorial y geográfica.
Finalmente, y quizás este sea el punto de arranque de esta nueva etapa, se ha propuesto la necesidad de que, en función de criterios objetivos en los que se incluyan datos demográficos, se obtenga de las Administraciones Públicas, y en particular del Gobierno Central, una fiscalidad especial, adecuada a la realidad de la España Rural Despoblada, para lograr el establecimiento de nuevos emprendedores y la mejora en la productividad de los generadores de bienes y servicios actualmente asentados en territorios como el nuestro. Por otro lado, se trató la necesidad de obtener del Estado ayudas directas de los fondos ICO.
La filosofía que rige esta idea cardinal es que, en este caso, ‘menos puede ser más’, es decir, es posible que en estos territorios el Estado lograra recaudar más dinero si sus habitantes, actuales y potenciales, no estuvieran tan gravados como en las áreas más pobladas y, por ello, con más posibilidades de negocio. Asimismo, es tan seria la situación en comarcas como la nuestra que, solo con ayudas especiales y directas del Estado, se puede lograr la dinamización económica y la consiguiente recuperación demográfica que necesita a toda costa esta España Rural Despoblada.