El CD Sigüenza se impuso este fin de semana por 4-3 al Villanueva de la Torre en un partido intenso, que comenzó bien para los de Chema Mayor, con dos goles, uno de penalti, en la primera media hora de juego. “Salimos muy concienciados para no cometer los errores que nos llevaron a encajar la abultada derrota ante el Almoguera”, valora el míster.
Pese a que el equipo contaba con numerosas bajas, los chavales del juvenil lo dieron todo, superando con claridad al rival en los primeros cuarenta y cinco minutos. Nada más comenzar el choque, el CD Sigüenza desperdiciaba un mano a mano que daba la medida de lo que iba a ser el partido. Los arlequinados presionaban bien, muy atentos a las segundas jugadas y los balones largos que proponía el Atlético Villanueva, bajaban el cuero en el suelo, y llegaban con facilidad a la meta rival.
El mejor trato del balón seguntino, y su dominio, se confirmaron con tres goles en una estupenda primera parte en La Salceda. El primero, obra de Javier Del Olmo, llegaba en el minuto 22, y reforzaba el planteamiento local. Y, pese a que la presión del Villanueva de la Torre era insistente, los de Mayor supieron salir de ella con oficio, llegando rápido a la portería contraria. En el 31´ marcó Miguel Angel López de penalti, y poco antes del descanso, Juan, desde fuera del área, marcó el gol de la tarde, soltando, después de salir airoso de dos regates secos, un derechazo que se fue a la escuadra y rompió, literalmente, la red.
Tras el paso por el vestuario, el Villanueva quiso llevar el partido al terreno de la protesta y del poco fútbol, que era el que le convenía a sus intereses, buscando oportunidades con juego en largo. Mayor reaccionó acumulando efectivos en el centro del campo. Así llegaba el 4-0, obra de Alejandro Blázquez en el 58´, que parecía sentenciar el partido definitivamente. Además, el míster aprovechó para darle minutos a David Santiago, lesionado a finales de 2016 y que reapareció en el partido. Juan Campos tuvo además el detalle de cederle el brazalete de capitán.
Sin embargo, el Villanueva entró en una racha de acierto que llegó a meterle en el partido. En un cuarto de hora fatídico para los seguntinos, Miguel Angel García Zamorano hizo un triplete que llevó el susto a la grada, marcando el último tanto en el minuto 88, con el portero seguntino dolido en el suelo, después de haber recibido un golpe. “Hemos sufrido un bajón físico, yendo de más a menos”, reconoce Mayor. Finalmente, los tres puntos se quedaron en La Salceda.
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