La diversidad de géneros y orientaciones sexuales entre los dioses clásicos es una constante. Tienen la facultad de transitar libremente con cuerpos masculinos, femeninos o intersexuales y de diversificar sus opciones sexuales. Sin embargo, a los semidioses y mortales, como Hércules o Aquiles, la mitología los ubica en un plano diferente, y esta trasgresión de género suele traslucir una connotación negativa, seguramente moralizante: un esclavo humillado en el caso de Hércules, un joven escondido para evitar ir a la guerra de Troya en el caso de Aquiles.
¿Por qué se muestra en esta escena a Hércules con indumentaria femenina y lazos adornando su cabello? La escena refleja una inversión de roles, en la que Ónfale asume el rol dominante y Hércules el dominado.
Los artistas utilizan una serie de estereotipos para transmitir los mensajes necesarios al espectador para la comprensión de la obra y, en este caso, producir o evitar confusiones. Por ejemplo, el color oscuro de la piel sirve aquí como distintivo de género masculino, al igual que la barba. Los pies descalzos nos sugieren su estatus inferior. Para evitar dudas, la maza, atributo de Hércules, se ubica próximo a su cuerpo.
A pesar de todo ello su rol es femenino, no sólo por la indumentaria, sino también por mostrarse desarrollando una actividad femenina, el hilado con el huso, y por estar sentado en el suelo sobre unos cojines, costumbre de las mujeres españolas hasta bien entrado el siglo XVIII.
En el caso de Aquiles, otro héroe clásico, al que se había pronosticado su muerte en la guerra de Troya, fue escondido por su madre entre las hijas del rey Licomedes, vestido como una doncella, para evitar ir a la batalla. La obra, de un pintor holandés del siglo XVII, presenta, como es habitual en el tratamiento de la escena, a Aquiles vestido con ropas femeninas, de color rojo (Pirra La roja era su nombre de mujer), separando los dos géneros en la escena: a la derecha Ulises y otros hombres, a la izquierda las hijas del rey y otras damas. Aquiles, en el centro, se convierte en un elemento de conexión entre los géneros, una transición entre uno y otro.
Sin embargo, su educación masculina aflora al optar por el casco y la espada, entre los presentes que Ulises ofrece para desenmascararle, frente a las joyas, espejos y ricas telas, que son las preferidas por las otras mujeres.
Estas dos obras forman parte de la exposición temporal “Trans. Diversidad de roles e identidades de género”. Al hilo de la elección de Madrid como sede del World Pride 2017 y al amparo de la reivindicación por los derechos y la igualdad de los colectivos LGTB, el Museo de América propone una reflexión sobre el concepto del cuerpo, el tratamiento de la imagen y la identidad de género. Para ello, parte de la premisa de que la transexualidad es algo inherente al ser humano y por tanto está presente en todas las culturas del mundo y en cualquier época.
La muestra incluye obras procedentes de las colecciones del Museo de América, Museo Nacional del Prado, Centro de Arte Reina Sofía, Museo Nacional de Antropología, Museo Arqueológico Nacional, Museo Cerralbo, Museo Nacional de Escultura de Valladolid, Museo del Traje, Museo de Bellas Artes de la Coruña, Biblioteca Nacional, Archivo Histórico Nacional, y otras colecciones particulares como la Colección Kutxa, colección Caylus Anticuario, y la generosa participación de numerosos fotógrafos contemporáneos como Álvaro Laíz, Jill Peters, Mar Sáez o Nuria López Torres.
Se podrá visitar hasta el 24 de septiembre y se incluye como parte de la programación cultural del World Pride Madrid 2017.
Visitas guiadas a la exposición con el comisario Andrés Gutiérrez Usillos: jueves 6 y 13 de julio, 7, 14 y 21 de septiembre a las 17:00h (previa inscripción en
[email protected])