El pasado 22 de noviembre se publicaron unas Instrucciones de la Viceconsejería de Educación de Castilla-La Mancha en la cual se explica textualmente que “el alumnado que en la convocatoria de la evaluación final extraordinaria haya obtenido el título de Bachiller y opte a la Evaluación para el acceso a la universidad será atendido por el profesorado de cada materia hasta la celebración de la prueba”.
Si tenemos en cuenta que la Universidad de Castilla-La Mancha tiene prevista la celebración de la Evaluación para el Acceso a la Universidad (EvAU) en la primera semana de julio (fecha definitiva sin confirmar) y que la Universidad de Alcalá llevará a cabo estas pruebas durante los días 3, 4 y 5 de julio de 2018, los profesores que imparten docencia a los alumnos de 2º de Bachiller tendrán que estar en sus centros de trabajo hasta, por lo menos, la primera semana de julio.
“No sabemos si la Viceconsejería ha reflexionado sobre esta instrucción y ha valorado que puede haber profesores de Enseñanzas Medias que den clase a 2º de Bachillerato y, además, sean miembros de tribunal de oposición. Tampoco sabemos si la Consejería se ha planteado dotar a los centros de medidas de climatización para que los centros educativos donde se imparta clase no superen los 27 grados como indica el Real Decreto 486/1997 por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en el trabajo”.
CSIF considera que la propia Viceconsejería debe dar marcha atrás en esta Resolución porque crea agravios comparativos entre los compañeros de los Institutos de Enseñanza Secundaria, además de no cumplir con las normas de salud laboral vigentes.