Pocas cosas hay en la vida tan tangibles, visibles y contundentes como 3.000 cerdos hozando en la tierra o disputando el espacio en el cebadero a sus hermanos pequeños.
Mal lo debieron de ver los vecinos de Cincovillas o Riofrío del Llano cuando vieron este tiempo atrás que se les venía encima dos macrogranjas de 3.000 cerdos cada una.
Cada explotación porcina de este tipo generaría más de 28.000 kilos de metano al año, uno de los gases de efecto invernadero más perjudiciales, así como otros contaminantes como el amoniaco y el nitrato. Estas macrogranjas emplean sistemas de limpieza en los que se utiliza el agua a presión para el arrastre de las cacas y los pises de los cerdos.
Este sistema tiene la enorme desventaja del gran consumo de agua (más de 13.000 metros cúbicos al año) y de la complicación del manejo del purín. El purín es el estiércol licuado, pastoso o semilíquido, con fuerte olor amoniacal, resultado de la mezcla de las defecaciones, aguas de lavado y restos de piensos. El excesivo aporte de estiércol provoca que los nitratos, las principales sales contenidas en los purines, se vayan filtrando y terminen contaminando los acuíferos del terreno y las aguas superficiales, convirtiendo, a la larga, el agua en no potable. La Organización Mundial de la Salud advierte de la peligrosidad de consumir agua que contenga más de 25 miligramos de nitratos por litro .(En muchos casos este tipo de explotaciones supera los 50 miligramos de nitratos por litro de agua)…
Me llamó la atención el otro día, un titular del New York Times : “El negocio de las granjas de troles es cada vez más importante”.
Lo primero que me vino a la cabeza, fueron las macrogranjas de cerdos de Guadalajara. Por todos es sabido la cantidad de nombres con los que nos referimos a los cerdos : guarros, gorrinos, marranos, puercos, cochinos, animales de bellota,… pero no, en principio-y digo en principio- no tiene nada que ver las macrogranjas de cerdos con las granjas de troles…
La periodista rusa Lyudmila Savchuk fue la primera que destapó lo que es una “granja de troles”: la existencia de una rama “virtual” de la todopoderosa máquina de propaganda del presidente de Rusia, Vladímir Putin.
Según la NBC, el pasado mes de enero, la periodista Savchuk comenzó a trabajar para la “Agencia de Investigación de Internet”, una oscura empresa ubicada en San Petersburgo que resultó ser una “granja de troles” (como se llama a los agitadores o alborotadores profesionales de las redes sociales) al servicio de Putin.
Dos meses más tarde, la joven fue despedida tras filtrar a la prensa local lo que estaba ocurriendo en aquellas oficinas: cientos de personas trabajaban día y noche para crear corrientes de opinión, con noticias falsas, a favor de Putin y en contra de sus enemigos, cobrando 45.000 rublos al mes (unos 650 euros), muy por encima de los 25.000 rublos que suelen cobrar los redactores rusos.
El empresario ruso Platon Mamatov dice que hay decenas de “granjas de troles” en todo el país y que trabajan para las autoridades rusas en todos los niveles. Como es una industria reservada, sus fondos se canalizan a través de un laberinto de contratos y empresas ficticias, por lo que es muy difícil estimar con exactitud cuántos troles están trabajando para el Kremlin. El empresario afirma que “hay miles de troles”…
Visto lo visto, y así las cosas, se me plantea una duda ¿Qué apesta más: la tangibilidad palpable de las macrogranjas de 3.000 cerdos de Guadalajara o la “virtualidad” de las granjas de los troles de San Petesburgo?
P.D. Se calcula que el 80% de la información que circula en internet es falsa. Para muestra, un botón divertido http://www.guadanews.es/noticia/47516/en-portada/llega-a-ser-el-mejor-restaurante-de-londres-segun-tripadvisor-y-el-restaurante...no-existe.html
Si (
No(
