La chica de 15 años que ha denunciado por agresión sexual a tres futbolistas de Aranda de Duero sufre una doble acusación: la de su pueblo, que duda de ella y se moviliza en favor de los futbolistas, y la de cientos de personas que cuestionan su versión en redes sociales. Es un fenómeno que se repite con mujeres que han denunciado agresiones en toda España.
Tanto su familia como ella tendrán que marcharse de Aranda de Duero por el linchamiento que están recibiendo”. Lo explica Luis Antonio Calvo, abogado de la joven de 15 años que denunció que tres futbolistas del equipo local la habían agredido sexualmente.
Los tres deportistas están en prisión desde que la madre de la chica presentara la denuncia. Los futbolistas insisten en su inocencia. Y los vecinos de Aranda de Duero no se han concentrado en favor de la chica, pero sí en defensa de la inocencia de los acusados. Así lo hicieron 200 personas el 16 de diciembre. Una concentración similar se ha convocado para la tarde antes de Nochebuena en Astorga, la localidad de Carlos Cuadrado, uno de los futbolistas acusados.
El fenómeno se repite y amplía en Twitter, Facebook e Instagram. Es mucho más fácil encontrar mensajes de apoyo a los tres futbolistas que a la denunciante: “Yo soy de ese pueblo y creo que hay más población que apoya la presunción de inocencia porque conocen cómo es la chica”, apunta una mujer. Otros mensajes acusan a la chica de engañar a los futbolistas con su edad.
Su abogado lo niega: “Eran vecinos y ellos conocían que era menor de edad”. En más de una ocasión, asegura, “los tres acusados coincidieron en el bar San Franciscocon ella. Le decían piropos y su madre les llamaba la atención y les advertía de que su hija solo tenía 15 años”. Calvo añade que “todavía quedan muchas dudas que resolver. Lo que está claro es que ella es una menor y ellos son tres hombres mayores de edad”. El Código Penal castiga con entre dos a seis años de cárcel cualquier relación sexual de adultos con menores de 16 años aunque no haya violencia.
Pero, como en otros casos, el foco se pone sobre la denunciante. En el caso de Aranda, se asegura que padece trastornos alimenticios que afectan a su comportamiento. El abogado confirma que “estaba ya en tratamiento psicológico. Sacaba muy buenas notas y empezó a suspender de repente. Su madre la llevó al psicólogo. Son problemas normales de la adolescencia”, afirma.
En la investigación figura una grabación en la que supuestamente la denunciante presumiría de haber tenido relaciones con los futbolistas. Calvo lo matiza: “son ocho segundos de grabación que le hicieron sin ser consciente ella. Se escuchan frases inconexas que carecen de sentido”.
En otro caso en el que estuvo implicado un futbolista, el delantero del Betis Rubén Castro, ocurrieron cosas similares. “Rubén Castro alé, no era tu culpa, era una puta, lo hiciste bien”, cantó parte de la grada ultra del Betis en el estadio. El jugador estaba imputado por violencia de género contra su ex novia. En julio fue absuelto. La fiscalía y la abogada de la mujer recurrieron la sentencia. | Sigue leyendo.
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