Un estudio, liderado por un investigador de la UAH, explica cómo un gusano parásito se aloja en el cerebro de las hormigas y las convierte en ‘zombis’
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REDACCION
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redaccionguadanewses/9/9/19
jueves 07 de junio de 2018, 10:15h
La revista Scientific Reports acaba de publicar un estudio, liderado por Daniel Martín Vega, investigador postdoctoral en la Unidad de Zoología del Departamento de Ciencias de la Vida de la UAH, dedicado a analizar la forma de actuar del Dicrocoelium dendriticum, un gusano parásito capaz de manipular el comportamiento de sus hospedadores.
El trabajo ha sido realizado en colaboración con investigadores del Natural History Museum de Londres (donde Daniel Martín Vega es investigador asociado), el University College de Londres, la Universidad de Lethbridge (Canadá) y el Departamento de Agricultura y Agroalimentación del gobierno de Canadá.
El estudio se centra en la visualización de este parásito en el cerebro de hormigas, uno de sus hospedadores intermediarios, con el uso de técnicas no invasivas de micro-tomografía computarizada (similar al TAC utilizado en medicina clínica, pero con resolución microscópica).
Dicrocoelium dendriticum, un parásito de libro.-
Dicrocoelium dendriticum es un gusano parásito con distribución cosmopolita, cuyos hospedadores definitivos son mamíferos, principalmente ganado vacuno (con el consecuente impacto económico y veterinario), aunque también puede afectar ocasionalmente al hombre.
Su ciclo de vida es bastante complejo: los huevos del parásito son liberados con las heces del hospedador definitivo, las formas larvarias que eclosionan infestan caracoles (su primer hospedador intermediario) y se reproducen de manera asexual, dando lugar a numerosas copias que son liberadas con la baba del caracol. Las hormigas (segundo hospedador intermediario) ingieren la baba del caracol y con ello varios parásitos; al menos uno de ellos migra al cerebro de la hormiga y allí comienza a manipular su comportamiento, mientras que el resto de parásitos se enquistan en el abdomen, esperando a ser transmitidos a un hospedador definitivo.
Las hormigas parasitadas se comportan como “zombis”, trepando por la vegetación herbácea y quedándose inmóviles, colgadas de las hojas con sus mandíbulas, de manera que pueden ser ingeridas accidentalmente por el ganado vacuno (hospedador definitivo).
Aunque Dicrocoelium dendriticum es un ejemplo clásico en Parasitología, los mecanismos que utiliza este parásito para manipular el comportamiento de la hormiga hospedadora son desconocidos. En este trabajo, los investigadores han visualizado, por primera vez, las formas intactas del parásito y su interrelación con los tejidos del hospedador, proporcionando nuevas pistas sobre los mecanismos que pueden estar detrás de dicho control del comportamiento del hospedador.
El estudio desvela que en las hormigas parasitadas existe siempre un gusano cuya ventosa oral está en contacto con la zona de su cerebro en la que se encuentran las neuronas que controlan los músculos responsables del cierre de las mandíbulas. También han podido visualizar, por primera vez, casos de parasitación múltiple, con la presencia de más de un gusano, enquistado o no, en el cerebro de la hormiga.