Destruidas cientos de toneladas de jamones y embutidos caducados o putrefactos
sábado 23 de junio de 2018, 13:12h
Cientos de toneladas de chorizo, salami y salchichón loncheados y miles de piezas de jamón han sido inmovilizados o destruidos al haber sido comercializados caducados o incluso en estado de putrefacción. Una investigación de la fiscalía de Badajoz iniciada en 2017 ha llevado a la destrucción de 275.000 kilos de productos cárnicos en mal estado en Extremadura, así como a la requisa de 490 toneladas de fiambre loncheado y de 15.000 jamones en varias localidades de la Comunidad Valenciana en los últimos días, según han informado las autoridades sanitarias.
Las marcas afectadas son Jamón Bodega Alto de Aitana, Jamón Bodega Sierra Gorda, Aire de Mariola, Serranía de Ameta, El Galán, Jamones Croval, Don Enrique y Oro la Ermita, según una alerta sanitaria de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria, que recomienda no consumir estos productos si alguien ya los ha comprado y los tiene en su casa. La operación policial se sigue desarrollando, ya que la empresa valenciana que distribuyó el producto tiene vinculación con otros almacenes de la Comunidad Valenciana y de Castilla y León, Cataluña, Madrid y Andalucía, por lo que no se descartan nuevas intervenciones de productos, según Sanidad.
La trama de venta de jamones caducados que ha afectado a varias comunidades autónomas llevó al decomiso y a la destrucción de más de 275.000 kilos de productos cárnicos en mal estado hallados en Extremadura, según ha informado la Fiscalía de Badajoz. El caso arrancó en mayo de 2017 en una empresa cacereña de Malpartida de Plasencia y la Consejería de Sanidad y Políticas Sociales lo puso en conocimiento de la Fiscalía en septiembre.
La operación llevó al decomiso y destrucción de 49.471 kilogramos de productos cárnicos al presentar "putrefacción" y pérdida de las características organolépticas exigidas para su comercialización. Además, se acordó el decomiso y destrucción de otros 48.519 kilos por motivos similares.
Las investigaciones han llevado hasta una empresa de Alzira (Valencia), donde a principios de la semana fueron decomisadas cien toneladas de productos cárnicos, en su mayoría jamones.
Así, la Consejería de Sanidad valenciana ha inmovilizado 490,6 toneladas de productos cárnicos, en su mayoría jamones, chorizo, salami y salchichón de varios establecimientos de la Comunidad y ha procedido a la suspensión de la actividad de otras tres empresas dedicadas a la manipulación de productos cárnicos lo que suma ya un total de 5 mercantiles con suspensión de la actividad, dos de ellas en Alzira, una en Bocairent, una en Cheste y otra en Real de Montroy, tras las dos de esta misma semana cerradas esta semana.
La operación de Alzira, donde fueron inmovilizados también 15.000 jamones, ha conllevado la retirada de 4.302,76 Kg de productos cárnicos loncheados y 363 piezas de jamón y paleta en establecimientos de la cadena Family Cash y alrededor de 20.000 unidades de distintos productos cárnicos fileteados (7.358,25 Kg) de la cadena KUUPS, que ha colaborado activamente en la retirada de los productos de sus establecimientos de venta, según la Generalitat.