Vuelven los sesenta

Ha muerto el más ilustre de los gallegos.

Y gallego, es el término que utilizan en el extranjero, principalmente en nuestra querida Latinoamérica, para referirse al español emigrante.

La dificultad para encontrar un empleo en España está haciendo que muchos jóvenes opten por coger las maletas y buscar un futuro fuera de nuestras fronteras. El paro juvenil en España supera el 45%, en Andalucía llega al 53%.

El número de españoles viviendo en el extranjero ha crecido un 20% en los últimos tres años y ha alcanzado niveles de la década de los 60, cuando dos millones de personas salieron de España para trabajar.

Pero existen una serie de características específicas en los emigrantes de hoy en día que les diferencian de sus “abuelos”.

La mayor parte de los emigrantes españoles que buscan un trabajo son licenciados o diplomados, con una mayor preparación. Hace cincuenta años, los españoles se emplearon fundamentalmente en "fábricas y restaurantes", mientras que hoy pueden aspirar a puestos de mayor cualificación.

Otra diferencia con respecto a los años sesenta se puede observar en los países de destino de los nuevos emigrantes. Ahora, los destinos clásicos en Europa, como Alemania o Francia, rivalizan con otros "más lejanos", como EEUU. Incluso economías emergentes como Brasil y otros países de Latinoamérica están recibiendo cada vez, más españoles.

Existe una tercera diferencia: las ganas de regresar a España. "Los sueldos, el horario, las condiciones y las oportunidades de mejorar en tu carrera son muchísimo mejores aquí", señala Paula Mestre, una joven emigrante española de 34 años que trabaja en una consultora en Edinburgo. "No pienso en volver. ¿Para qué iba a hacerlo? ¿Para apuntarme a la lista del paro?", añade.

Y es que El salario mínimo interprofesional en España es de 671 euros al mes, mientras que, por ejemplo en Francia es de 1361 euros al mes. Las remesas de dinero enviadas por los españoles que viven en el extranjero a España ascendió a cerca de 6.000 millones de euros en 2011, lo que supone un 10% más que el año pasado. Y eso es bueno, muy bueno para nuestra economía maltrecha.

Los tiempos han cambiado y mucho, y el español vuelve a ser un emigrante. Pero a diferencia del que evocaba y cantaba Juanito Valderrama, el de hoy día, aunque tenga a su España querida metida dentro del alma, no quiere volver a España, quiere trabajar, vivir y mandar dinero a su familia.

Dos millones de españoles duermen fuera de España cada día.

Muchas gracias por haber tenido la paciencia y amabilidad de escucharme. Un saludo
Este artículo fue locutado y emitido el 17 de enero de 2012 en el programa “Así son las mañanas” de la Cope