“Mire vuestra merced, que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento”, decía Sancho a Don Quijote pero este, lejos de entrar en razón, arremetió contra los molinos, creyéndolos gigantes.
Así apareció la semana pasada Emiliano García-Page ante las Cortes de Castilla-La Mancha en el último debate sobre el estado de la región de esta legislatura, viendo gigantes donde solo hay molinos.
Todo lo que ve Page en Castilla-La Mancha son gigantes porque utiliza los datos que le interesan pero, claro, luego viene la realidad sobre la que hay que gobernar y ahí, en la realidad, los gigantes no son gigantes, son molinos de viento.
En el debate sobre el estado de la región vimos a Page mostrar gigantes con los datos de la EPA del tercer trimestre, donde ha habido algunos indicadores muy específicos con un buen comportamiento, pero la realidad sigue siendo un molino.
Seguimos siendo la cuarta Comunidad Autónoma con mayor tasa de paro, solo por delante de Andalucía, Extremadura y Canarias. En el tercer trimestre de 2018 (última EPA) ocupamos ese cuarto lugar y también lo ocupamos en el tercer trimestre de 2017 y de 2016. El mismo lugar, los cuartos con más paro por detrás de andaluces, extremeños y canarios, lo ocupamos en el segundo trimestre de 2018, de 2017 y de 2016. Y el mismo escenario fue el que vimos en los primeros trimestres de 2016 y 2017 (no en el de 2018 en el que tuvimos un dato aun peor que Canarias).
Si el Presidente muestra el dato específico de paro que le conviene, será un gigante, pero si se comprueban todos los datos puestos en contexto, nos daremos de bruces con el molino, que no es otro que el Gobierno se conforma con que Castilla-La Mancha siga en el vagón de cola con Andalucía, Extremadura y Canarias trimestre tras trimestre.
Más cómico resultó el gigante que vio Page en cuanto al tejido empresarial castellanomanchego. Ahí se lució buscando un dato que le gustara y encontró un gigante: los metros cuadrados ocupados por nuevas empresas. La verdad es que tiene mérito un dato tan rebuscado, la próxima vez sacará a relucir metros cúbicos de volumen o el número de átomos que ocupan las empresas de Castilla-La Mancha.
El problema es que el molino de viento es evidente y, según el último dato del INE (2016), somos la Comunidad Autónoma con menor número de empresas respecto a su población, solo por delante de Andalucía y Extremadura. Y si nos fijamos en el PIB per cápita, la media nacional es de 24.999 euros y el de Castilla-La Mancha es 19.681 euros. Solo Andalucía (18.470 euros) y Extremadura (17.252 euros) producen menos por habitante que Castilla-La Mancha.
¿Y el gigante de la sanidad? Pues también tenía Page uno en este ámbito, pero el molino es que, según el Ministerio de Sanidad, somo la tercera Comunidad Autónoma con menor gasto sanitario por habitante y que la media en la lista de espera quirúrgica es de 163 días (el 36% de las personas que están en lista de espera quirúrgica deben esperar más de seis meses). Solo Canarias presenta peor dato. Y otro molino, esta vez sobre el personal sanitario, pues según CCOO, Castila-La Mancha se encuentra entre las nueve Comunidades Autónomas que tiene menos personal sanitario que en 2012, siendo la que presenta el peor dato de las nueve.
Otro gigante que le gusta mucho a Page es el de la educación, llegando a afirmar que Castilla-La Mancha es la Comunidad Autónoma que más invierte en este capítulo. Menos mal que los datos del Ministerio de Educación muestran las aspas del molino, porque Castilla-La Mancha queda muy lejos de ser la que más invierte en educación. Nuestra partida, que no llega a los 1.600 millones de euros, queda muy lejos de la de la mayoría de Comunidades Autónomas si la comparamos con la población, pues solo invertimos 780 euros por habitante, lo que queda muy lejos de lo que invierte Valencia (885 euros), Murcia (893 euros) o Extremadura (970 euros), y no son las que más invierten, que de esas mejor no sacar las cifras para no sonrojarnos.
No podía faltar el gigante del bienestar social, con datos de reducción de pobreza que contrastan con el molino que nos muestra el INE de 2017, según el cual, en España la renta media por hogar es de 27.558 euros, mientras que en Castilla-La Mancha es de 23.159 euros. Solo los hogares canarios (22.790 euros) y extremeños (20.395 euros) tienen una renta menor que los castellanomanchegos.
Otro molino que Page confunde con un gigante es el del índice de riesgo de pobreza o exclusión social, que en nuestra región es del 33,9% (la 5ª Comunidad Autónoma con el indicador más alto) mientras que la media nacional es del 26,6%. Solo nos superan Extremadura (44,3%), Canarias (40,2%), Andalucía (37,3%) y Murcia (34,7%).
Y ya puestos a ver gigantes en vez de molinos, el Presidente afirmó que Castilla-La Mancha había conseguido frenar la pérdida de población. Pero la realidad es que desde 2012 hemos perdido y seguimos perdiendo población cada año. ¿Dónde está ese freno en la pérdida de población? No era un gigante, era un molino y el INE nos lo demuestra.
Dirá Page que fue el sabio Frestón el que le dio los datos que mostró en las Cortes y que esgrime cada día ante los medios y, por eso, veía gigantes donde solo había molinos de viento. Pero lo cierto es que ya estamos cansados de que el Gobierno de Castilla-La Mancha nos venda una visión deformada de la realidad, más preocupado de los titulares que de las reformas que Castilla-La Mancha necesita para dejar de batirse el cobre en los últimos puestos de todos los indicadores.
Que no son gigantes, señor Presidente, que son molinos de viento.
David Muñoz Zapata
Secretario de Programas y Áreas Sectoriales