Rubalcaba estalla contra Griñán por teléfono y amenaza con impugnarle

"Hace días que no hablo con Griñán por teléfono y menos para tener un enfrentamiento". El ex ministro de Interior se ponía en contacto con El Confidencial para desmentir "rotundamente" la bronca telefónica con Griñán por culpa de los movimientos de éste en Andalucía para promocionar a su rival, Carme Chacón. Algo que, sin embargo, insisten en confirmar desde fuentes de toda solvencia del PSOE andaluz.

El incidente, según confirman esas fuentes a 'El Confidencial', se produjo horas después de que miembros de la ejecutiva provincial sevillana que lidera José Antonio Viera informaran a Rubalcaba de que Griñán estaba contactando con los secretarios provinciales, incluido el propio Viera, para trasmitirles su apuesta por Chacón en el congreso. Según estas fuentes, Griñán dejó claro en todo momento que comprendía la actitud de cada cual respetando así la libertad de voto, pero manifestando que se sentía obligado a transmitir su sensibilidad en esta contienda.

“Neutralidad a secas”
Cuando Rubalcaba tuvo conocimiento de ello, montó en cólera y llamó a Griñán por teléfono, siempre según esas fuentes. La conversación fue tensa ya que Griñán se había comprometido a ser neutral. Fue precisamente en lo referente a “neutral” donde hubo diferencia de pareceres. Rubalcaba le llegó a decir a Griñán que “nada de neutralidad activa”, como suele defender el presidente andaluz (y ha vuelto a defender hoy mismo con esas mismas palabras, sino “neutralidad a secas”.

El malestar de Pérez Rubalcaba llegó hasta el punto de que este precandidato amenazó a Griñán con oponerse -y alegarlo así formalmente dentro del partido- a que ocupara la presidencia del congreso del fin de semana, por haber faltado a uno de los requisitos básicos de este cargo, que es mantenerse alejado de la batalla de los candidatos.

La reacción de los partidarios de Chacón
Tras el episodio, algunos miembros de la candidatura de Chacón se apresuraron ayer a hacer público que Griñán optaba por ella, en un intento por impedir que Rubalcaba -que mantenía ese día una reunión con Griñán- evitara que la sensibilidad del presidente andaluz llegara a las bases. Se trataba así de presionar a Griñán y para ello se dio como hecha la opción del presidente andaluz y que la haría pública, como publica El Confidencial.

La trifulca ha agravado la división existente entre partidarios de ambos candidatos, sobre todo en la agrupación de Sevilla, donde los fieles al ex ministro de Interior ya arrastraban la herida del congresillo que los dejó en minoría en la configuración de la relación de delegados.