La Escuela de Folklore de la Diputación de Guadalajara a través de su Aula de Violín tributó el pasado viernes un sentido homenaje a Carlos Orea (Guadalajara, 1957-2019), uno de sus alumnos más destacados.
Con el lema "Recordando a un amigo" en un abarrotado Salón de Actos del San José, se celebró un emocionado homenaje, promovido por el Aula de Violín de la Escuela de Folklore de la Diputación de Guadalajara a este polifacético músico, fallecido el pasado mes de febrero a la temprana edad de 61 años. Maestro de profesión, dedicó a la música todo el tiempo que le quedaba libre, especialmente a la tradicional de Guadalajara con apariciones desde su juventud en el desaparecido grupo "Alquería" o en la Tuna de Magisterio que estuvo vinculado durante más de 30 años a la Escuela de Folklore de la Diputación de Guadalajara como alumno aventajadísimo siguiendo enseñanzas en dulzaina, tambor y violín, en este caso hasta este mismo curso que no pudo completar, aunque en algunos casos "él era el maestro" según testimonian en el propio centro docente. Participó en innumerables actuaciones dentro del grupo de selección de alumnos así como ofreciendo todo tipo de colaboraciones en infinidad de actividades de toda índole (actuaciones, recopilaciones, demostraciones, arreglos, ...) y también podía decirse era capaz de tocar casi una inacabable lista de instrumentos como la guitarra, el laúd o la bandurria.
Infatigable recopilador de piezas de la música tradicional de la provincia, también es destacable su faceta como compositor y de hecho la Banda de Música de la Diputación estrenó en el Concierto de Santa Cecilia del año pasado su obra "Suite de Taracena", que toma nombre de esta localidad tan querida para él, en una brillante interpretación bajo la batuta de Nuria Matamala al que tuvo la oportunidad de asistir a pesar lo avanzado de su enfermedad.
Cuidadosamente preparado por el Aula de Violín, el último instrumento en el que estuvo matriculado, que dirige Eduardo del Castillo, durante este emotivo homenaje por el San José pasaron músicos como su antiguo profesor de la Escuela y compañero en distintos proyectos musicales como Javier Barrio, Sara González Diges, el profesor de guitarra José Antonio Loriente o José María Sanz Malo, polifácetico hombre de la Cultura y amigo personal, más una selección de alumnos que interpretaron un programa de obras pertenecientes a la música tradicional de la provincia que el propio Carlos recopiló y arregló como "Pensando en tí", "Polka de Embid", "Fox-trot de Morillejo", "La Gaviota", "Pasacalles de Santos", "La niña hechicera", "Pericón nº 1", "Mazurca de Huetos", "Vals de Ruguilla", "Pasacalles del tío Patalo", "Cuando llegó el amor", "Fox-trot de La Matilla", "Taracena" y sobre todo el "El Pajarito", una obra muy querida por el homenajeado, con la presencia de numerosos amigos y sobre todo de sus hijos Javier y Carlos en el escenario. Además de numerosos amigos y familiares, la jornada contó entre otros con la presencia de la diputada provincial, Lucía Enjuto, y los principales responsables técnicos de la Escuela.
Cesión de su obra musical a la Diputación
La familia por su parte, con su viuda Carmen y sus dos hijos al frente, agradecieron emocionados este homenaje a cuyo término anunciaron la cesión de su extensa obra musical al Archivo de la Diputación de Guadalajara (y más concretamente Biblioteca de Investigadores de la Provincia) para uso prioritario de la Escuela de Folklore y también para que de forma libre y gratuita quede al alcance de cualquier persona que desee acceder a la misma.
Se trata de un legado que suma más de 250 piezas de música tradicional y popular, la mayor parte recogidas en la provincia entre ellos cuatro cancioneros de musica tradicional y popular adaptados para dulzaina castellana y violín y 27 villancicos tradicionales de la provincia transcritos, adaptados y arreglados por Carlos, así como otras composiciones originales, entre ellas la citada "Suite Taracena nº 1" (12 obras inspiradas en bailes y melodías tradicionales castellanas).