Faltan muy pocos días para la llegada del verano y de la noche de San Juan, la más corta del año. Los seguntinos darán la bienvenida a la estación más calurosa del calendario con una de sus fiestas más tradicionales, populares y coloristas, declarada además de Interés Turístico Provincial: Los Arcos de San Juan. Esta celebración colectiva, una de las más esperadas del año, une a los vecinos de los diferentes barrios de la Ciudad del Doncel. Todos participan con ilusión y se afanan por conseguir que su arco luzca en todo su esplendor, después de decorarlo con cantueso o “sanjuanera”, romero y tomillo, ramas de chopo y las rosas, prestadas o robadas.
Los diferentes barrios de Sigüenza, tanto los ubicados en el centro de la ciudad histórica y medieval como los nuevos, congregan a sus vecinos en las vísperas de San Juan, con la tarea de erigir el arco más hermoso de la ciudad para tratar de cautivar al jurado encargado de premiar al que les parece más atractivo y trabajado. Se avecinan los días de la preparación, necesarios para hacer el acopio de la materia vegetal y de todos los ornamentos, entre los que no pueden faltar en estos llamativos altares la mesa con faldas de seda y el retrato del Bautista.
Todos los años, el día previo a la celebración o, para los más rezagados, el mismo día con la salida del sol, los vecinos acuden al pinar a recoger las sanjuaneras y demás plantas aromáticas. Al final de la tarde, se cortan las ramas de los chopos y, al anochecer, se “roban” las rosas, para cumplir con la tradición. Todos los seguntinos recuerdan con afecto los tiempos de su infancia cuando pedían “una limosnilla” para el Arco de San Juan. Con el capital recaudado, una chocolatada hace más llevadera la noche de San Juan y, si sobra, se merienda al día siguiente. La tradición no se ha perdido.
Los chavales, por su parte, se visten para la ocasión, que lo merece. Ellas, más coquetas, de sanjuaneras, y ellos de lo que encuentran más a mano, aunque no pueden faltar los bigotes y las patillas de carbón. Para los mayores es una de sus fiestas preferidas, que esperan con mayor ilusión. Tradicionalmente, todas las residencias de Sigüenza también construyen su propio arco, en una actividad que les ocupa meses enteros de preparación, y que les motiva durante sus terapias ocupacionales.
Así, el día de los Arcos, la Ciudad del Doncel se engalana por los cuatro puntos cardinales, con preciosos arcos, fruto del trabajo minucioso y detallado de los vecinos. No se deja nada al azar. Cuando el sol se está poniendo, se acaban de colocar las rosas que los embellecen. El cuadro se completa con una colcha de ganchillo como telón de fondo, con la imagen de San Juan en primer plano, y debajo un recogido altar con un mantel sobre el que los niños dejan las limosnillas que han reunido recorriendo las calles. Delante se colocan unos cardos enormes y se prepara una hoguera. Algunos arcos también trenzan una alfombra de pétalos de rosa que representa al Bautista.
Cuando pasa el jurado a valorar la calidad artística del conjunto, los vecinos le invitan a limonada. Tras su paso, reciben al solsticio con una cena popular en la calle, mientras en los alrededores resuenan las coplas y las jotas que invitan a bailar hasta altas horas de la madrugada. No falta el sonido de la dulzaina y el tamboril. Los gaiteros seguntinos recorren las calles en la que es una de las fiestas más bonitas del año, que realzan los sonidos tradicionales.
Al llegar la medianoche, una gran hoguera ilumina la Plaza Mayor como rito ancestral de recibimiento al verano. Cuando sólo quedan las ascuas, llega el momento de saltar, brincar, bailar con la rondalla, beber chocolate caliente y recoger los premios que otorga el jurado a los tres mejores. Mientras, se aprovecha para cumplir con otra vieja usanza, la de regalar rosas a las mozas, o colgar cardos en sus ventanas, una u otra opción se deja al gusto y escrutinio de los mozos.
En el registro del Ayuntamiento ya está abierto el plazo para presentar las candidaturas. En el concurso de Arcos pueden participar todos aquellos barrios que presenten su inscripción antes del día 21 de junio, a mediodía. Cada arco inscrito debe comunicar su ubicación para que el jurado pase a visitarlo en tiempo y forma. Hay tres premios, tres tablas artesanales para los tres primeros arcos, y una gratificación para todos los barrios participantes de 60 euros.
La visita de jurado, que componen miembros de diferentes asociaciones seguntinas, se realizará en la tarde del día 23 de junio, a partir de las 18:30 horas. El fallo y la entrega de premios esta prevista para ese mismo día, a partir de las 23:00 horas en la Plaza Mayor. A partir de las 23:00 horas está anunciada la actuación de la Rondalla Seguntina. Al término de los bailes y gala de entrega de premios.