Ayer fue inaugurada una exposición que recoge en una sucesión paneles, videos, fotos y documentos parte del legado la Orden en Guadalajara. El acto contó con la presencia de Rafael Pérez Borda, Teniente Alcalde del Ayuntamiento de Guadalajara; José Luis Tenorio Pasamón, delegado de Desarrollo Sostenible de la Junta de Castilla La Mancha; de José Luis Vega, presidente de la Diputación de Guadalajara; y de la decana del COACM, la guadalajareña Elena Guijarro, además de otras personalidades de la vida social, política, profesional y universitaria de la capital.
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Una exposición que recoge documentos, fotografías, paneles y videos de algunos de los monasterios cistercienses más emblemáticos y representativos la provincia se inauguró ayer en la sede del Colegio de Arquitectos de Castilla La Mancha, en su demarcación de Guadalajara, sita en la calle Teniente Figueroa, 14. Con entrada libre, los interesados pueden acercarse a esta interesante muestra hasta el próximo 25 de octubre, en días laborables y en horario de 10 a 14 horas.
José Antonio Herce, presidente de la demarcación de Guadalajara del Colegio de Arquitectos de Castilla La Mancha, dio comienzo al acto agradeciendo la presencia en el mismo de Rafael Pérez Borda, primer Teniente Alcalde de Guadalajara, José Luis Tenorio Pasamón, delegado de Desarrollo Sostenible de la Junta de Castilla La Mancha, de José Luis Vega, presidente de la Diputación de Guadalajara y de Teresa Franco, diputada delegada de Cultura. También se dirigió al resto de autoridades, concejales y representantes de la vida social, política, profesional y universitaria de la capital que acudieron al evento, para animarles a visitar esta exposición que da a conocer algunas de las joyas cistercienses que tiene, repartidas por toda la provincia, Guadalajara. La muestra recoge imágenes y videos, algunos de ellos realizados con drones, y está etiquetada con códigos QR que puede capturar cualquier visitante, para ampliar la información.
Por su parte, Rafael Pérez agradeció en su alocución al Colegio de Arquitectos que “haya abierto las puertas de su casa para atender a todos los ciudadanos y dar el pistoletazo de salida, como hacen todos los años, a las Ferias y Fiestas de Guadalajara con esta ronda de exposiciones”.
El presidente de la Diputación, José Luis Vega, destacó que “en todos nuestros municipios hay unas señas de identidad que son nuestras iglesias y plazas. En esta exposición se recoge parte de ese patrimonio que nos legaron nuestros antepasados”. Además, Vega se comprometió a “dotar económicamente al Obispado y a los Ayuntamientos para ayudar a conservarlo en las mejores condiciones”. En este mismo sentido, el delegado de la Junta, José Luis Tenorio, indicó que “la Junta tiene la intención de seguir manteniendo y mejorando la colaboración con el Colegio de Arquitectos”.
Cerró la ronda de intervenciones Elena Guijarro, primera mujer decana del Colegio de Castilla La Mancha. Guijarro afirmó que “el objetivo fundamental del Colegio es difundir la cultura y la arquitectura de la provincia”, y alabó, a su vez, la inmensa labor realizada por la Comisión de Cultura de la Demarcación de Guadalajara, encabezada por Santiago Escudier, en general y también con motivo de la exposición, de la que es comisario. La decana anunció igualmente la intención de la Asociación de Amigos de la Iglesia de Santiago de Sigüenza de crear, en breve, y con la ayuda de todas las instituciones, un Centro de Interpretación del arte Románico de la provincia en dicha iglesia.
La muestra
La exposición sobre el Císter recién inaugurada complementa a la ya existente sobre el Románico en la Sierra Norte de Guadalajara. La del Cister se circunscribe fundamentalmente a la zona norte de la provincia y a la línea del Tajo, aunque también se exhibe un panel con el monasterio de Santa María de Huerta de Soria, muy vinculado desde el punto de vista arquitectónico e histórico a Sigüenza. El primer abad del monasterio fue obispo de la Ciudad del Doncel.
Santiago Escudier, que además de ser el comisario de la Exposición es también presidente de la Comisión de Cultura del Colegio de Arquitectos en su demarcación de Guadalajara, afirma que la exposición solo recoge una parte de la riqueza patrimonial de la provincia. “Somos conscientes de que todavía hay bastantes iglesias y elementos que se escapan a la muestra. La iremos completando con el tiempo”.
La arquitectura del Cister se caracterizaba por buscar la perfección en sus formas a través de la simplicidad, eliminando cualquier elemento superfluo. La exposición se centra en difundir esa pureza de líneas, “creían en las teorías de limpieza y en suprimir los adornos de los edificios, tendencia que ha influido en los movimientos modernos o en el minimalismo y en la obra de Le Corbusier o Van der Rohe”, afirma Escudier.
“Menos, es más”, es el subtítulo de esta exposición. La frase la pronunció en su día Mies Van der Rohe, arquitecto alemán nacionalizado estadounidense, uno de los maestros más importantes de la arquitectura moderna, especialmente en la construcción de acero y vidrio durante el siglo XX.
En contraposición a la arquitectura de las iglesias de la época o a la de los monasterios de Cluny, la arquitectura de los Monjes Blancos aborrecía decorar sus capiteles o canecillos con escenas de la Biblia o historias mitológicas y fantásticas. Sus constructores daban por supuesto que sus frailes ya conocían todas estas narraciones y que su sola presencia en sus edificaciones les distraía de sus misiones fundamentales en la tierra: el estudio, la meditación y el trabajo.
Esta forma austera de seguir la norma de San Benito tuvo su continuación, siendo inmediatamente asumida por Órdenes Militares como la del Temple o la de Calatrava. También reyes como Alfonso VIII la secundaron fundando monasterios, iglesias y castillos como el de Zorita de los Canes, creando una línea defensiva muy importante que favoreció el asentamiento de las órdenes militares a lo largo del Tajo para asegurar y repoblar los territorios conquistados. “Supone casi el nacimiento de la provincia de Guadalajara porque facilita la llegada de nuevos pobladores que impiden el avance árabe desde Cuenca”, explica Santiago.
Actualmente, estas construcciones se contemplan, en su mayoría, como ruinas románticas y muy hermosas, pero en su momento constituyeron la estructura espiritual de Europa, conformando una red de núcleos de sabiduría y alta tecnología.
La presente exposición en la sede del COACM abre diversas vías de reflexión y debate sobre la arquitectura, la historia y el patrimonio existente en el entorno más próximo. Los asistentes podrán conocer, entre otros detalles, la influencia del Cister en los movimientos modernos y en la arquitectura minimalista. También se recoge en la muestra el “expolio de nuestro patrimonio”, poniendo como ejemplo, Santa María de Óvila en Trillo y su aventura americana.
Este monasterio fue muy importante en la comarca. En tiempos de la República fueron vendidos sus restos a un magnate americano. En esa época, muchos monasterios y claustros de diferentes puntos de la geografía española fueron enviados a América. Concretamente, los elementos más importantes del de Óvila se los llevaron en barcos desde Valencia hasta la ciudad de San Francisco.
Allí, fueron guardados en una nave y tras pasar varias peripecias, todos los restos ardieron, perdiéndose las indicaciones para volverlo a construir. “Ahora unos monjes han fundado un monasterio y han reconstruido la sala capitular. En esta muestra sobre El Cister abordamos el debate sobre si el expolio ha sido positivo o no. Nos hacemos esta pregunta, ¿es mejor que los restos estén aquí tirados en los campos diseminados por España o que se hayan reconstruido en alguna parte de los Estados Unidos?”, se cuestiona el comisario de la exposición.
Además, la muestra sobre la arquitectura de los Monjes Blancos plantea preguntas como si sus edificaciones se pueden englobar en periodos como el tardo románico o el protogótico -los historiadores no terminan de ponerse de acuerdo en este aspecto-, y traza un relato sobre las Órdenes Militares en la Edad Media, descubriendo al público menos cultivado cuánto hay de realidad, de mito o leyenda en todo lo que se cuenta en los libros de historia.
Por último, con esta muestra se valora la gestión, defensa y puesta en valor del patrimonio arquitectónico de Guadalajara, evaluando los métodos y técnicas actuales más propicios para su adecuado estudio, análisis y su rehabilitación.
Estas vías de debate planteadas con la inauguración de esta exposición se concretarán posteriormente en conferencias, mesas redondas y diversos actos en defensa del patrimonio de la provincia, que tendrán lugar en la sede del COACM a lo largo del mes de octubre y también en algunos monasterios. Estos diferentes eventos contaran con la participación de destacados historiadores, arqueólogos, cronistas y arquitectos. “En octubre también empiezan las jornadas sobre el Día de la Arquitectura y organizamos conferencias y cursos. Esta exposición se queda como telón de fondo. Es un mes muy completo en el que abordaremos El Cister, pero también otros temas”, concluye Santiago Escudier.
Las imágenes de la muestra son obra en su mayor parte de Santiago Escudier. Algunas son de José Fernando Hernanz Torres y de su hermano Juan Ignacio, mientras que las imágenes de dron son de Carlos López Perea. Los videos están realizados por Carlos López Perea y José Fernando Hernanz Torres y los textos son igualmente de Escudier. Los planos de Bonaval son de Juan de Dios de la Hoz, Esther Valiente Ochoa y Tomás Nieto Taberné. Hay fotos antiguas de Torres Balbás. Los planos de Monsalud son de BAB Arquitectos.