Por Sara Dominguez
Bajo una maquinaria de propaganda electoral muy bien estructurada, el equipo del actual presidente brasileño logró hacer creer a la población brasileña algunas medias verdades o falsedades sobre Fernando Haddad, candidato del Partido de los Trabajadores.
En Brasil se difundieron bulos como el kit gay que entregaban a las escuelas a los niños de seis años, la falsa creencia de que Bolsonaro fue atacado por un afiliado al Partido de los Trabajadores y que aparecía con Lula en una foto, una imagen de una mujer pro-Bolsonaro agredida cuando en realidad era una actriz que había sufrido un accidente o que Haddad defendía el incesto y el comunismo en uno de sus libros.
Todas estas ideas fueron circulando por Brasil y la difusión tenía un claro objetivo, mejorar la imagen pública de Bolsonaro. Esa estrategia política también la había usado previamente Donald Trump durante las elecciones de 2015 en Estados Unidos. O el Partido Conservador birtánico, en la figura de Boris Johnson, que en 2016, durante el referéndum hizo campaña en favor del brexit.
El ahora primer ministro británico recorrió el país en un autobús en cuyo costado se leía el eslogan: “Enviamos a la UE 350 millones de libras por semana”, una afirmación denunciada después como engañosa porque no incluye una devolución presupuestaria y otros reembolsos de Bruselas.
En España también se descubren con frecuencia bulos o fake news, de hecho en los últimos años han aparecido medios especializados en desenmascarar estas noticias falsas, hasta el punto de que recomiendan a los ciudadanos acudir siempre a fuentes informativas veraces, para que las redes sociales y los sistemas de mensajería instantánea no sirvan como medio de difusión de estas fake news.
En este año 2019 se han extendido por las redes falsas noticias como secuestros y desapariciones, informaciones sobre ayudas sociales a inmigrantes, la idea de que Indra es la empresa que cuenta y recuenta los votos en España durante las elecciones y muchas falsedades más.
Deepfakes, un paso más allá de las fake news
Lejos de poner freno a las fake news, la tecnología está permitiendo que aparezcan nuevas posibilidades para dar rienda suelta a estos bulos. En la actualidad existen programas informáticos y aplicaciones móviles que consiguen crear deepfakes o ultrafalsos.
Este fenómeno es una técnica de inteligencia artificial que permite editar vídeos falsos de personas que aparentemente son reales pero utilizando algoritmos de aprendizaje no supervisados, conocidos en español como RGAs (red generativa antagónica) y vídeos o imágenes ya existentes. Algunas celebrities y políticos influyentes, como Barack Obama o Scarlett Johansson han sido ya víctimas de estas falsificaciones.
La evolución de la tecnología permite realizar estas falsificaciones casi sin esfuerzo. Un ejemplo de ello es ZAO, una aplicación móvil que hace uso de inteligencia artificial y consigue resultados aparentemente espectaculares solo con una foto. Desde la web de Oberlo ofrecen también herramientas para continuar con esta tarea, pues puedes editar tus vídeos a través de estas aplicaciones móviles.
La empresa desarrolladora de esta aplicación, Momo, lanzó ZAO el pasado mes de septiembre, para el sistema operativo iOS. Es cierto que la app no consigue una precisión absoluta, pero el resultado subjetivo es muy destacable. Hasta el momento ZAO solo se puede utilizar en clips de videojuegos y películas, pero desde la empresa están trabajando para hacerla más completa.
Con esta herramienta se puede también sustituir la cara del que usa la app por los rostros que aparecen en memes, si bien algunos analistas advierten que esto puede suponer un debate sobre la privacidad. El medio cultural chino RADII advierte que las imágenes utilizadas y creadas en la plataforma podrían ser utilizadas de forma totalmente libre y gratuita.
Desde la red social WeChathan empezado a bloquear algunos vídeos de ZAO. Los creadores de la app informan que los contenidos generados con la herramienta no se usarán para otros propósitos son el consentimiento previo del usuario.
Hasta el momento ZAO solo está disponible para iOS en China, pero el interés creciente del público vuelve a traer a la actualidad el uso de los deepfakes y la preocupación por su potencial uso para fraudes a pequeña y gran escala.