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En el marco de 'La Alcarria de los Escudos', que une a las localidades alcarreñas de Almonacid, Illana, Almoguera, Yebra, Fuentenovilla y Albares en un proyecto común para luchar, también de esta forma, contra despoblación, como alternativa al cierre de la Central de Zorita, cerca de doscientos oyentes de Radio Inter, que recorren pueblos de España con motivo del 70 aniversario de la creación de la emisora (1950), visitaron ayer la villa alcarreña. Fueron recibidos por los almorcileños, con su proverbial hospitalidad.
Víctor Valencia, alma mater de 'La Alcarria de los Escudos', consultor especializado en relanzamiento y generación de oportunidades e innovación utilizando los propios recursos dormidos para poder hacerlo sin necesidad de inversión, y alcarreño de adopción, explicaba ayer que este proyecto pretende el desarrollo del territorio, en diferentes áreas sensibles. Una de ellas es la del Turismo, “que incluye jornadas de convivencia, como esta visita a Almonacid de oyentes de Radio Inter, concebidas con el fin de que se enamoren del pueblo, que hagan amigos, y así, se genere la necesidad de volver”, explicaba Valencia, pero hay más, como el desarrollo empresarial, “con un master específico sobre despoblación, con profesores y titulación MBA, a través de escuelas de negocio”, formación para el empleo, iniciativas de emprendimiento o desarrollo de canales comerciales para que los productores locales puedan vender directamente a los consumidores. “Se trata de crear un ecosistema para conseguir que los pueblos se revitalicen, de tal manera que sean atractivos a los ojos de nuevos pobladores, porque son los pueblos quienes tienen que salvar a las ciudades y no al revés”, añadía Valencia.
Como contribución al lanzamiento de este proyecto en cada municipio, Almonacid de Zorita ha ofrecido a los visitantes lo mejor de sus gentes en el primer hito de 'La Alcarria de los Escudos' en la villa. En primer lugar, y después de un desayuno con bollos almonacileños, hechos con las recetas de siempre por los panaderos artesanos de La Tahona, fue el propio alcalde de la villa alcarreña, José María Cañadillas, quien les dio la bienvenida. “Les mostramos lo mejor que tenemos, porque queremos que ésta visita de hoy sólo sea el principio de su relación con Almonacid. Les invitamos a que vuelvan, con familiares y amigos, y les pido que usen, para conocernos, sus cinco sentidos, viviendo así una experiencia inolvidable”, les dijo a los visitantes el regidor. Cañadillas quiso destacar también el trabajo de todos los siete concejales de la corporación en la preparación de este día tan especial.
Buena muestra de la esencia almonacileña fue la intervención de Pedro Antonio Cañadillas, a quien la vida dio una cornada en forma de una retinosis pigmentaria que le dejó ciegos los ojos, pero que abrió aún más su corazón. El gran aficionado taurino almonacileño contó a los sorprendidos visitantes cómo un invidente puede sentir los toros, comparando el arte en la plaza con la vida. “La tauromaquia encarna valores como la fortaleza, el tesón, el sufrimiento, el esfuerzo o el afán de superación. Y yo, que todo me lo llevo al mundo del toro, cuando la vida me dio esta cornada, hice como hacen los toreros al levantarse, cuando sin mirarse apenas las heridas, piden calma a su cuadrilla, para volver después a la cara del toro, y para continuar con la faena; y en mi caso con la vida”, contó. Y es que, según afirmó Pedro, parafraseando a Juan Belmonte, en la vida se torea como se es. Continuando con los símiles taurinos, Pedro afirmó que “me apreté los machos, cogí el toro por los cuernos, y no a toro pasado, sino cuando tuve que hacerlo, salí del hule, me fui a los medios de una plaza llena hasta la bandera, y desde entonces intento salir la puerta grande cada día”, señaló. Se llevó la ovación de la mañana para, al final de su intervención, recitar unos versos escritos por su gran amigo, Tomás García Aranda, otro asiduo de Almonacid, sobre la figura de José Tomás.
La rondalla de Almonacid de Zorita interpretó, a continuación, haciendo gala de dos de las más hermosas voces de Guadalajara, como son las de Tole y la de Eva Parra, cinco canciones: El Arriero, Jota del Aire, Rondeña Manchega, Canto a La Alcarria y Canto de Vendimia. Orgulloso del grupo, el regidor almonacileño recordó que La Rondalla va a sacar en breve su primer disco, con una recopilación de sus mejores canciones, después de más de cuarenta años desde su recuperación, retomando el testigo del conocido y añorado Tío Gazapera de Almonacid.
Carlos Peñaloza, consejero delegado de Radio Inter, resumía en Almonacid de Zorita la extensa historia de la emisora. “Somos el grupo internacional de medios, conformado por la histórica Radio Inter, Radio Intercontinental, fundada en 1950, hace 70 años, para ofrecer a los españoles la visión de lo que pasa en nuestro país y en otros lugares. La pretensión inicial fue la de unir tres continentes, África Europa y América, para lo que había que instalar un repetidor en la isla de Fernando Poo. Pese a que no pudo ser, aquello no detuvo un proyecto que en sus siete décadas de historia ha formado a muchos de los grandes maestros de la comunicación en España, como Luis del Olmo, Ana Rosa Quintana, Juan Manuel Gozalo o José Ramón de la Morena. Setenta años después, “seguimos la senda de acercar el mundo a España y proyectar España hacia el mundo, y también en Almonacid de Zorita, donde personas con sentimientos han recibido con los brazos abiertos a otras, de buena voluntad, que vienen a conocer a fondo su país”, señalaba Peñaloza.
Además, y en el Casón de los Condes de Saceda, los visitantes pudieron ver una magnífica representación de los pueblos de 'La Alcarria de Los Escudos', con artesanía, alimentos y gastronomía tradicionales, moda, miel o bisutería y complementos. Además, Tole mostró cómo, en Almonacid, se saca sonido navideño de prácticamente cualquier cosa, gracias a la construcción de zambombas artesanales. Por último, todos los visitantes pudieron conocer en profundidad la historia de la villa almonacileña de la mano de Laura Gómez, arqueóloga local, que condujo a la comitiva por las calles de la villa alcarreña, mostrando breves, pero chispeantes retazos de su historia en cada rincón del pueblo.