La vocalía de Médicos Jubilados del ICOMGU, Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Guadalajara, ha enviado una carta a los cerca de 200 médicos jubilados de la provincia en la que se les invitaba a "colaborar de manera voluntaria con el SESCAM para paliar los efectos de la pandemia".
Según el representante de la Vocalía, Carlos Zorzo Ferrer,su ofrecimiento "es lógico, porque, viendo el cariz que va tomando la situación, lo hacemos con mucho gusto, y, aunque estemos jubilados, seguimos siendo médicos y sentimos amor por nuestra profesión".
Sin embargo, dada la vulnerabilidad del colectivo de jubilados, "que es de alto riesgo, puesto que los jubilados de este Colegio tenemos más de 70 años, y algunos están muy bien y otros menos bien", lo que han querido dejar muy claro en su oferta al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha es que "no deberíamos hacer el trato directo con el enfermo", sino que las tareas que están dispuestos a desarrollar son "hacer un seguimiento del post-enfermedad y post-ingreso y un rastreo, siempre siguiendo las directrices sanitarias para los rastreos".
Pues bien, desde la Delegación de Sanidad en Guadalajara, concretamente su titular, Margarita Gascueña, ha respondido por escrito al Colectivo, agradeciendo pero declinando su oferta, ya que, tal y como ha indicado, "en este momento las necesidades de personal las tenemos cubiertas".
En este sentido, Gascueña ha apuntado que "esta Delegación Provincial de Sanidad, en consonancia con las Directrices dictadas por la Consejería de Sanidad y el Ministerio, cuenta actualmente con un dispositivo de vigilancia epidemiológica integrado por más de 40 profesionales sanitarios que están llevando a cabo esta labor de vigilancia y rastreo de positivos COVID-19, en un Servicio Centralizado en el Hospital Universitario de Guadalajara". Además, ha añadido que cuentan "con el apoyo de la UME, que hace su labor de forma totalmente altruista, de 30 efectivos".