Carta semanal del obispo de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara : Participemos en el Sínodo Diocesano
martes 04 de enero de 2022, 19:18h
La inesperada y maléfica propagación de la pandemia provocada por el Covid-19 nos obligó hace dos años a detener los trabajos del Sínodo Diocesano. Aunque ya estaban constituidos los grupos sinodales y preparados los temas sobre los que deberíamos reflexionar y dialogar los miembros de cada grupo sinodal, el sentido común nos aconsejó hacer una pausa para que todos pudiesen participar en la reflexión.
El pasado mes de octubre, cuando acariciábamos la posibilidad de dar un nuevo impulso al sínodo, el Santo Padre invitaba a todas las diócesis del mundo a colaborar con nuestras aportaciones en la fase diocesana del Sínodo de los Obispos sobre la “sinodalidad” que, si Dios quiere, culminará en Roma el mes de octubre de 2023. Las reflexiones del Papa sobre el sínodo y la sinodalidad nos confirman que estamos en el buen camino para impulsar la comunión, la participación y la misión en la pastoral.
Con la convocatoria de este sínodo, el papa Francisco pretende ayudarnos a descubrir que la práctica de la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia en el tercer milenio. El camino realizado en comunión por todos los miembros del Pueblo de Dios es el medio más adecuado para favorecer la renovación de la Iglesia, para escuchar lo que Dios quiere decirle a su pueblo y para impulsar una nueva evangelización.
El Papa, sabedor de que algunas diócesis como la nuestra, están celebrando sínodos diocesanos, nos anima a seguir el camino iniciado desde la creatividad y la escucha mutua, asumiendo que todos los bautizados hemos sido constituidos iguales en dignidad y somos convocados a edificar la Iglesia. La participación de la función sacerdotal, profética y real de Cristo, en virtud del bautismo, nos convierte a todos en sujetos activos de la comunidad cristiana y en discípulos misioneros.
Acogiendo la invitación del Papa y las indicaciones de los miembros del Consejo Sinodal, a finales de enero, si la pandemia lo permite, tendríamos que iniciar la reflexión de los grupos sinodales sobre los temas propuestos en el primer cuadernillo. La práctica de la sinodalidad nos exige escuchar a Dios y a los hermanos con profundo respeto para proponer, desde una actitud de sincera conversión pastoral, nuevos caminos para la transmisión de la fe en este momento de la historia, superando la comodidad y la rutina que, en ocasiones, nos llevan a repetir acciones sin analizar su capacidad evangelizadora.
Desde la confianza en la acción constante del Espíritu Santo en su Iglesia, os invito a todos los diocesanos a participar en los grupos sinodales y a orar confiadamente al Señor cada día por el fruto de nuestro Sínodo Diocesano. De este modo, podremos superar las tentaciones que nos invitan a centrarnos en nosotros mismos, en las preocupaciones inmediatas o en una visión negativa de las personas y de la realidad a evangelizar.
Con mi sincero afecto y bendición, feliz día del Señor.
Atilano Rodríguez, Obispo de Sigüenza-Guadalajara