El rey Juan Carlos no tiene quien le cuide

En el caso de don Juan Carlos, entra y sale solo de la clínica San José, como ha quedado de manifiesto tras las últimas intervenciones que le ha practicado el doctor Villamor en Madrid.

Y antes, cuando estuvo ingresado en el Clínico o en la Planas en Barcelona, también se dieron las mismas circunstancias. Sí hubo visitas de la reina y de los hijos, pero ninguno se quedo más allá de unas cuantas horas, que se justificaron aduciendo que el rey tenía que despachar y continuar con su vida activa porque don Juan Carlos sólo ha delegado en su heredero en algunos actos de menor responsabilidad institucional.

Hay quien dice que esta “soledad” familiar no tiene mayor importancia porque no se trata de un paciente normal y, por lo tanto, no hay necesidad de que el pariente gestione nada. Pero incluso con estas explicaciones sigue llamando la atención el desapego público de los Borbón que, en cambio, no se da entre otros “primos reales europeos”, que sí acuden con sus parejas cuando sucede algún percance relacionado con la salud.

Y también sorprende que los ingresos y operaciones de Su Majestad sean siempre a horas intempestivas y con la única y exclusiva compañía de empleados de alto rango de Zarzuela.

Desde que la conducta de Urdangarin fue declarada como “poco ejemplar” por el monarca en boca del jefe de su Casa, Rafael Spottorno, el malestar entre unos y otros dentro de la propia familia, que antes era privado, se ha convertido en temas públicos y con la cacería de Botswuana como remate. La pregunta sin respuesta es: ¿Quién cuida al rey en su casa?