Carta semanal del obispo de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara :Ponte en camino. No esperes más.
martes 25 de abril de 2023, 20:00h
El día 30 de abril, domingo del Buen Pastor, la Iglesia celebra la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones y la Jornada de las Vocaciones Nativas. Con el lema “Ponte en camino. No esperes más” se nos recuerda a todos los cristianos, especialmente a los más jóvenes, que hemos de descubrir la propia vocación para vivirla con alegría y sin demorar la respuesta en el servicio a los hermanos.
La Santísima Virgen, además de ser nuestra madre e intercesora, es también modelo para todo el pueblo cristiano en su respuesta generosa y sin condiciones a la llamada de Dios. Ella, después de su primera respuesta a Dios en la anunciación, no se queda encerrada en la responsabilidad asumida ni en los problemas personales, sino que sale con prontitud a visitar a su prima Isabel para acompañarla y prestarle sus servicios. A imitación de la Santísima Virgen, miles de personas en los distintos rincones del mundo están renunciando a su bienestar material, a sus comodidades y a su merecido descanso para ofrecer su tiempo, su sabiduría y los dones recibidos del Señor a millones de hermanos que experimentan cada día incontables carencias materiales y espirituales.
Para los cristianos y para las personas de buena voluntad, resulta especialmente llamativo el testimonio creyente y alegre de miles de misioneros que, después de escuchar la llamada de Dios al seguimiento, han dejado familia, casa y comodidades para ponerse en camino y compartir con otros hermanos, de distinta cultura y forma de pensar, el infinito amor de Dios y la alegría de su salvación.
Esta llamada de Dios no es solo para personas excepcionales, como pueden ser los misioneros. Todos los cristianos, en virtud del sacramento del bautismo, somos llamados al seguimiento de Jesucristo y a salir de nosotros mismos, superando egoísmos y venciendo la indiferencia, para recorrer el camino de la vida con quienes esperan nuestra ayuda y necesitan nuestra cercanía, acompañamiento y testimonio creyente.
Para que esto sea posible ahora y en el futuro, hemos de pedir confiadamente al Dueño de la mies que no falten nunca en su Iglesia sacerdotes, consagrados y cristianos laicos, que, permaneciendo atentos a la invitación de Dios, estén dispuestos a salir de sí mismos para compartir esperanzas y sufrimientos, alegrías y tristezas con sus semejantes.
Y, al mismo tiempo que pedimos por el aumento de vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa en nuestra tierra, oremos también en este día por las vocaciones nativas en territorios de misión. Los jóvenes de estos países, además de la oración para responder con prontitud a la invitación del Señor, necesitan también nuestra colaboración económica para llevar a cabo su formación humana, espiritual, intelectual y pastoral. No cerremos nuestro corazón a estas necesidades.
Con mi cordial saludo y bendición, feliz domingo del Buen Pastor.
Atilano Rodríguez, obispo de Sigüenza-Guadalajara