“Oiga, usted no sabe quién soy yo”

Vengo a inspeccionar los piquetes informativos y...” “Documentación, por favor”. “Es que yo soy…” “Identifíquese, por favor”. Resultado: el representante de los empresarios que quería aprovecharse de su cargo, fue sancionado con dos multas. Una por no llevar el cinturón de seguridad y otra, por bajarse del vehículo sin el chaleco preceptivo. Bien por el agente de la Guardia Civil.

Esto ocurría con frecuencia en tiempos pasados. Luis Carandell lo reflejó con ingenio, cuando en las Cortes Constituyentes, un Mercedes aparcó enfrente del Congreso de los Diputados. Le llama la atención un guardia urbano y el conductor le espeta el famoso, oiga usted no sabe quién soy yo, para a continuación presentarse como el concejal de Obras y Jardines de Cuenca. Pues aquí, (en Madrid), eso no es nada, le dice el guardia urbano. ¡No, no, ni en Cuenca tampoco!, le contesta el abochornado concejal.