La Hermandad de Nuestra Señora de los Desamparados de Almonacid, lidera un proyecto que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Almonacid, de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara, propietaria del bien, con el beneplácito de la Consejería de Cultura de la Junta, y con la financiación de ADASUR, el grupo de acción local que opera en la comarca.
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El amor por su patrimonio y tradiciones de los almorcileños los ha unido, una vez más, esta vez para la recuperación del único retablo barroco que hay en la localidad y que, hasta el mes de octubre pasado se hallaba en la Iglesia del Convento de la Concepción. Su estado amenazaba su conservación.
Por este motivo, la Hermandad de Nuestra Señora de los Desamparados de Almonacid, con el apoyo de la sociedad civil y del Ayuntamiento, y con financiación del grupo de acción local ADASUR, ha emprendido su completa restauración. Para ello, cuenta con el beneplácito tanto de las autoridades diocesanas -la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara es la propietaria del bien- como de la Consejería de Cultura de la Junta de Comunidades que, a través de la Dirección General de Patrimonio, aprobó el proyecto de restauración en agosto de 2023 y posteriormente, las obras.
Estos trabajos los está llevando a cabo el joven restaurador mondejano Álvaro Sarmiento. Van a costar algo más de 17.000 euros y está previsto que se finalicen el próximo mes de marzo.
La Hermandad se decidió por este joven restaurador porque cumplía con el requisito de trabajar sobre el retablo en Almonacid, sin ser necesario ningún otro traslado, era asequible desde el punto de vista económico, y, además, “porque da trabajo a un emprendedor local”, señala Ian Parra, tesorero de la Hermandad. Para esta pequeña asociación, haber logrado poner en marcha la restauración, salvando patrimonio, es una gran hazaña de la que se sienten orgullosos. “Como también lo está Almonacid de su empeño y su tesón”, señala Lydia López, concejala de Cultura.
“Nuestro trabajo consiste en devolver a las piezas el esplendor que tuvieron en otro tiempo para que recuperen su correcta lectura, y luzcan como debieron lucir en la época en la que las construyeron”, resume Sarmiento, al respecto de los trabajos que se llevan a cabo.
Así, el pasado mes de octubre, el retablo fue trasladado desde el Convento de la Concepción hasta la Iglesia de Santo Domingo de Silos. Es allí donde trabaja en él el joven restaurador. Asimismo, esta iglesia será su ubicación definitiva, y más concretamente, la nave del Evangelio del templo.
Cuando esté completamente restaurado, acogerá en su seno la sagrada imagen de María Santísima de los Desamparados. Así pues, la única imagen de culto superviviente a los sucesos de 1936 en Almonacid estará cobijada por el único retablo original que posee el pueblo, compartiendo ambos época y estilo.
La primera de las tareas que lleva a cabo el experto es la consolidación del soporte. Una vez lograda, asienta los estratos de dorado. “Ahora, hay zonas donde se desprenden”, explica Álvaro. Una limpieza a fondo de todas las partes del retablo, logrará que el oro que lo recubre recupere su brillo y luz originales. Asimismo, deben rellenarse todas las pérdidas con un estuco, que se enrasa y recibe después una capa de tono rojo bol, una tierra roja traída de Armenia. Allí donde el oro se ha desprendido, el restaurador deberá volverlo a aplicar, en finísimas láminas de este metal de 24 kilates.
Mientras trabaja el restaurador, la Hermandad ha puesto en marcha diferentes actividades para dar a conocer el proyecto, pero también para sufragarlo.
Así, a lo largo de este próximo puente de la Constitución, en la parroquia de Santo Domingo de Silos (puerta pequeña), el restaurador mostrará a los almorcileños los diferentes trabajos que está llevando a cabo. Será los días 8 (de 17 a 20 h), 9 (de 12 a 14 h y de 17 a 20 h) y 10 de diciembre (de 12 a 14 h) cuando los jóvenes restauradores lo muestren al pueblo de Almonacid.
Además, en el mercadillo navideño, que, como cada año se instalará en el Casón de los Condes de Saceda a lo largo del puente, habrá también un puesto solidario de la Hermandad. “Las navidades del año pasado iniciamos una campaña navideña de venta de mantecados. Los preparamos en unos preciosos estuches de madera, ilustrados con una obra del artista de Ángel Mariscal. Este año estos estuches han ganado el primer premio del Concurso de ideas para la autofinanciación de la Iglesia de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara”, explica Parra.
El retablo
Se trata de una obra de arte está construida en madera de pino de Soria, enteramente dorada. Se compone de un cuerpo principal, que data del siglo XVII -con sotobanco, banco y ático-, y una magnífica mesa de altar de estilo rococó, fechada en el siglo XVIII.
Muy destacable, dentro del cuerpo principal, es el exquisito guadamecí (cuero repujado y policromado) que cubre sus cuatro cajas. Singular técnica con contados ejemplos en arte sacro, que lo convierten en una muestra única en nuestra provincia. También interesantes los motivos decorativos alegóricos, con influencias orientales, que lo decoran.
En el ático llaman la atención las dos pequeñas columnas, con estofados y policromos capiteles, cuya técnica hace pensar que son un añadido más antiguo que el propio retablo, del siglo XVI.
El retablo fue colocado en la iglesia del Convento de la Concepción al regreso de las monjas Concepcionistas Franciscanas, tras la Guerra Civil -alrededor de la década de los 40 del siglo pasado-. Se presupone que fue la respuesta al extravío del anterior retablo renacentista. Su procedencia y autoría son desconocidas. Lo que sí se puede afirmar es que esta pieza es única en Almonacid ya que, en la actualidad, solo queda este retablo original, de época.