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El Umbral del Ocejón, bella estampa e icono de la Sierra Norte de Guadalajara, recibía en la tarde del penúltimo día del año a las que, probablemente, sean las cuatro rondas más emblemáticas de la provincia de Guadalajara: los Cencerrones de Cantalojas, la Ronda la Calandria, de Cifuentes, la Ronda de Azuqueca, y la Real Zambombada de Atanzón.
Entre visitantes y agalloneros, llenaban de hermandad, por completo, la capacidad del salón de actos del Centro Cultural de Tamajón. Cuando la gran campana del antiguo reloj del Ayuntamiento, que data de 1901, señalaba las 17:30 horas, comenzaba el certamen, que, como cada año, prologaba el alcalde de la villa serrana, Eugenio Esteban.
Antes, las rondas, hermanadas, visitaban a los mayores de la Residencia de la Virgen de los Enebrales, para alegrarles la tarde con los sones de los villancicos de Guadalajara.
“Celebramos este VI Certamen de Villancicos de Tamajón gracias a nuestros amigos de Cifuentes, Azuqueca, Atanzón y Cantalojas”, señalaba el alcalde de Tamajón. Se refería también, Esteban, a la visita a una Residencia “cuya primera parte de la ampliación inauguraremos en dos meses”, por lo que daba las gracias, por su confianza, a los vecinos de la localidad. “Es por ellos por los que hemos puesto en marcha este proyecto, que creo que es el más importante que hemos emprendido hasta la fecha, y que además, estamos ejecutando sólo con medios propios y sin la ayuda de ninguna administración”, señaló, antes de desear un feliz año nuevo a los presentes.
A continuación, más de 200 personas corearon, junto a las rondas, muchos de los clásicos de la Navidad guadalajareña.
La primera ronda en subir al escenario fue 'La Calandria', de Cifuentes. Con el entusiasmo que derrochan por toda la provincia de Guadalajara, interpretaron tres villancicos, 'La alegría de Cifuentes', 'Descansando a la orilla del río', y, por supuesto, su gran clásico: 'La Virgen camina a Egipto'.
Su portavoz, Faustino Batanero, recordaba que lo suyo es cantar en la calle, y no tanto en los escenarios. “Nos gusta dar la murga y rondar”, afirmaba. La Ronda La Calandria transmite alegría allá por donde va. “Queremos que la Navidad no decaiga. Por eso, hemos recopilado villancicos de nuestros mayores que queremos seguir manteniendo. Y lo haremos mientras podamos, porque vamos cumpliendo años, aunque tenemos cuerda para rato”, señalaba.
La segunda actuación fue la de la Ronda de Azuqueca. Interpretaron dos villancicos y una jota. El primero ya es un clásico azudense. Lleva por título 'Navidad en la ronda', en el que se resume lo que hacen estos músicos de calle azudenses a lo largo de las fiestas. Su autor es uno de los integrantes de la Ronda, Diego Pérez. Su segundo villancico fue 'Sucedió en Belén', que cuenta la historia del nacimiento de Jesús, también compuesto por este mismo autor.
Uno de los integrantes e impulsores de la Ronda, Jesús de la Cruz 'El Chuli', recordaba que la Ronda de Azuqueca ha existido desde tiempo inmemorial, “a lo largo del siglo XX, e incluso a lo largo del XIX, pero, como todo en la vida, ha tenido sus altos y sus bajos”. En esta nueva etapa, la Ronda de Azuqueca cumple ya 25 años, en los que “hemos recuperado canciones tradicionales de Azuqueca”. El Chuli contaba ayer en Tamajón cómo ha cambiado la Navidad en Azuqueca. “Ahora se cantamos en certámenes. Antes, era en la calle”, señalaba. También se refería el músico azudense al encanto que tiene tocar en los pueblos pequeños, “donde la gente está más apegada a sus tradiciones, a los villancicos ahora, y a las jotas, en otras épocas del año” y tenía palabras de agradecimiento para el pueblo de Tamajón, “que siempre nos recibe extraordinariamente”.
No faltaron a su cita con Tamajón los Cencerrones de Cantalojas, aunque el gran Antonio Garrido, lamentaba que ya no haya tanta gente que quiera venir a cantar a los pueblos. Después de su espectacular entrada, haciendo sonar los cencerros, cantaron 'La pastorada', su clásico, el 'Recoge tomillo', y un tercero, compuesto por Diego Perez para ellos, “un villancico precioso, que va explicando lo que hacen los pastores de Cantalojas, desde el día 8 de diciembre hasta la Misa del Gallo”. Como cada año, todos sus cánticos tuvieron reminiscencias pastoriles. “Yo, de niño, vi como en Cantalojas, más de treinta pastores desfilaban por las calles, con sus cencerros, cantando, y eso es lo que no queremos que se pierda”, señalaba. Antonio Garrido, que como integrante de los Gaiteros Mirasierra fue nombrado Hermano de Honor de la Cofradía de la Virgen de los Enebrales, recordaba que la relación con Tamajón, es de confianza y amistad. “Para nosotros, es un pueblo querido”, terminaba.
Los últimos en actuar fueron los integrantes de la Real Zambombada de Atanzón, con el gran Valentín Pérez a la cabeza, quien, como Garrido, es también Hermano de Honor. La Ronda de Atanzón tampoco ha fallado a ninguna de las seis ediciones del certamen celebradas hasta la fecha. Interpretaron dos villancicos: Una canción dedicada al pueblo de Atanzón, de la que también es autor Diego Pérez, 'Nació en Atanzón' y una isa canaria, con arreglos del propio Valentín. Para finalizar el certamen, hicieron subir al resto de las rondas para cantar juntas varios villancicos más. Uno de ellos fue el dedicado a la Ronda de La Calandria de Cifuentes. Todo ello, acompañado por los sones de zambomba, como no puede ser de otra manera. “Tamajón es nuestro segundo pueblo. Cuando venimos aquí, venimos con alegría. Somos bien recibidos. En estas fechas ayudamos a organizar este certamen al que viene una estupenda representación de las rondas de la provincia”, decía el músico atanzonero, cuando la Real Zambombada de Atanzón cumple 19 años. Tuvo también, Valentín, unas palabras para la Virgen de los Enebrales. “Le tenemos un cariño muy grande, la rezamos todos los días. Hemos estado en el pozo, y ella ha sido la que nos ha sacado de él. Le hacemos muchas visitas a lo largo del año, la saludamos y le decimos que no se olvide de nosotros”, terminaba con nostalgia.
Todas rondas participantes recibieron un jamón del Ayuntamiento de Tamajón, y en agradecimiento a su participación del que les hizo entrega el concejal Marcos Jurado.
Para concluir el certamen, y por cortesía del Ayuntamiento, la totalidad de los asistentes compartieron migas y gachas, un guiso de carne, y unos chorizos al vino, todo ello acompañado por una deliciosa sangría. “El VI Certamen de Villancicos ha sido una magnífica forma de despedir el año 2023, con un gran ambiente, entre música y cultura tradicional”, concluía Eugenio Esteban.