EXCLUSIVA THE OBJECTIVE : El exministro socialista Ábalos escogió a Jésica de un catálogo de prostitutas que tenía Koldo en su móvil

Según publica este jueves el digital THE OBJECTIVE, Jésica Rodríguez no era la pareja sentimental del ministro de Transportes. Ni su amante. Ni la «amiga de Koldo», como declaró José Luis Ábalos en su primera comparecencia ante el Tribunal Supremo. Según ha podido acreditar THE OBJECTIVE, Jésica era prostituta y figuraba en un catálogo que tenía el asesor del ministro, Koldo García, en su teléfono móvil pocos meses después de su llegada al Gobierno en junio de 2018. Este periódico ha tenido acceso a las fotografías que la joven utilizaba como reclamo para captar clientes.

Las instantáneas que obran en poder de este periódico fueron las que motivaron que Ábalos escogiera su book fotográfico de entre otras candidatas a finales de 2018, lo cual dio origen a su «relación particular», según se define en los informes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. Una relación por la que la joven llegó a percibir entre 6.000 y 12.000 euros mensuales, entre el pago de 2.700 euros mensuales del alquiler de un apartamento en la Plaza de España (Madrid), su contratación en dos empresas públicas (Ineco y Tragsatec) y los 1.500 euros que por término medio cobraba por cada viaje en el que acompañaba al titular de Transportes y secretario de Organización del PSOE, según desveló en exclusiva THE OBJECTIVE.

«Perfecta, hasta excesiva»
Los documentos gráficos a los que ha tenido acceso este periódico muestran a Jésica en una posición sugerente, en ocasiones desnuda y otras con lencería. Estas imágenes figuraban por entonces en varias páginas web de prostitución, si bien posteriormente fueron borradas. THE OBJECTIVE ha accedido también al mensaje con el que se solicitó el borrado de la segunda de la página www.escort-advisor.xxx. «Prefiero no aparecer. Os exijo que desaparezcan mis fotos», ordenó Jésica a las oficinas tras iniciar su relación con el ministro de Transportes.

En otro de los sitios web se recoge una reseña de un cliente en la que Jésica tiene el «nombre de guerra» de Natalia, pero este diario ha comprobado que es la acompañante de Ábalos la que está detrás de este perfil a través del número de teléfono con el que está registrada. En este comentario, el cliente define sus servicios con todo lujo de detalles, hasta su higiene, que la tacha de «perfecta, hasta excesiva». La tarifa era de 1.000 euros por dos horas de servicio.

Recogida en Plaza de España
Unas cifras similares a las que reclamó la propia Jésica al exministro Ábalos en los correos exclusivos a los que tuvo acceso este periódico en los que solicitaba cantidades de 1.500 euros al día por cada viaje nacional e internacional que hizo con el entonces titular de Transportes y secretario de Organización del PSOE. En total, la joven, estudiante de Odontología por entonces, reclamó un total de 39.300 euros por acompañar al entonces ministro de Transportes y número tres del PSOE a un total de 33 viajes oficiales y actos de partido. Los emails se enviaron en julio de 2019, a los siete meses de iniciarse su relación, que continuó hasta noviembre del 2020. El motivo de la ruptura fue el hallazgo por parte de su exmujer, Carolina Perles, de los correos electrónicos de Jésica, lo cual desveló a la exvicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, y a la exdirectora de Comunicación del PSOE, Maritcha Ruiz Mateos, en una fiesta de Halloween en casa de esta última.

A la serie de imágenes que obran en poder de THE OBJECTIVE se le suman otro tipo de documentos que confirman, sin lugar a dudas, su condición de meretriz en las fechas en que fue requerida por parte de José Luis Ábalos. Según fuentes del sector, actualmente los proxenetas que se lucran de la prostitución en España operan a través de grupos de WhatsApp en los que ofrecen servicios a mujeres tras recibir la demanda directa de sus clientes. Una de estas agencias recibe el nombre de Buy Standing, referida como ‘Bs’ en la conversación que se adjunta. En ella, el proxeneta –llamado ‘mánager’ en el sector–, aparece con el perfil de la agencia y ordena a un conductor recoger a una mujer en la calle Princesa, 1 (Madrid) para acudir a una cita con un cliente en Vitoria. Se trata del edificio Torre de Madrid, en Plaza de España, en el que residió Jésica Rodríguez García durante un periodo superior a tres años, desde 2019 a 2022, sufragada por la trama Koldo. Concretamente, por Luis Alberto Escolano, considerado el testaferro de Víctor de Aldama.

«La tendrá que esperar alrededor de tres horas y volver a bajarla a Madrid. Le mando el número de teléfono de la señorita por si tiene que contactar con ella», le escribe el ‘manager’ de la agencia. Acto seguido le comparte el contacto de Jésica, su teléfono personal que aparece en varias conversaciones del Caso Koldo tras la incautación de los móviles de los investigados. El chófer se limita a un acuse de recibo: «En Plaza de España la chica, perfecto».

Un pacto de exclusividad

En las fechas en las que tiene lugar esta conversación, Jésica residía en el piso de Plaza de España, cuyos gastos sufragó el socio de Víctor de Aldama, Luis Alberto Escolano, imputado en la trama Koldo. El último informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil acredita pagos de 88.000 euros correspondientes a 32 mensualidades del alquiler de Jésica en el piso de lujo del edificio Torre de Madrid, en la Plaza de España. Los investigadores señalan que el periodo de tiempo en que la trama Koldo sufragó los gastos de su vivienda se extiende hasta el 31 de marzo de 2022. De esa fecha consta una conversación vía WhatsApp entre el asesor de José Luis Ábalos, Koldo García, y su hermano Joseba, a quien le envía una fotografía que Jésica ha subido a sus redes sociales con vistas desde su apartamento en la Plaza de España con el texto: «Y colorín colorado, este cuento se ha acabado». Ese 31 de marzo de 2022, Koldo le responde a Joseba: «Tres años y medio de casa gratis». Como reveló este periódico, la mudanza se hizo tras comprar Jésica un inmueble en la madrileña calle de Sor Ángela de la Cruz, en el exclusivo barrio de Castillejos, en Cuzco.

Como desveló este diario hace meses, la relación de Ábalos y Jésica fue fruto de un pacto de «exclusividad» entre ambos, durante el cual el ministro de Transportes se habría comprometido a pagarle al menos el mismo importe que él cobraba como miembro del Gobierno. En el último correo electrónico enviado por Jésica a Ábalos titulado ‘disgeusias’ -mal sabor de boca, en el argot dental-, se incluyen una serie de reproches por la merma de ingresos de la joven desde el inicio del acuerdo suscrito entre ambos. «Si ves las cantidades que me dabas antes a las que me das ahora me da la risa…», reprocha Jésica, «el mes pasado me diste 1.200 euros». Con estas comunicaciones, la joven pretendía reprobar el coste de oportunidad que tenía el pacto y los emolumentos que estaba dejando de percibir por el mismo.

El pacto de un mínimo mensual de 6.000 euros (entre alquiler y gastos de viajes) se completaba con los ingresos que la joven percibía de la empresa pública de ingeniería Ineco, en donde fue contratada desde el 1 de marzo de 2019 (el mismo mes en que se mudó al piso de Plaza de España con los gastos pagados) hasta el 28 de febrero de 2021, según confirmó el Gobierno a este periódico a través del Portal de Transparencia. Según una nómina que aparece en el informe de la Guardia Civil, Jésica cobraba 1.635 euros al mes de la empresa pública Ineco.

Entre 6.000 y 12.000 euros al mes
Después de haber sido contratada durante dos años en Ineco, Jésica firmó un nuevo contrato el 2 de marzo de 2021 en la empresa pública Tragsatec, dependiente de la SEPI y, por tanto, del Ministerio de Hacienda, por un periodo de seis meses. Y la gestión del mismo se realizó a instancias del exministro Ábalos. Las evidencias recabadas por el instituto armado recogen un pantallazo de una conversación entre Jésica y Ábalos en la que esta le informa, el 23 de febrero de 2021, de que se termina su contrato en Ineco. El ministro le envía esa conversación a Koldo y este le contesta: «Hay que pasar a otro sitio y luego vuelve, lleva 18 meses». «Díselo», responde Ábalos.

Un puesto laboral que mantuvo hasta septiembre del mismo año, exactamente la fecha en la que se rescindió el contrato de alquiler en la empresa Torre de Madrid de Plaza de España. Ábalos ya no era ministro ni mantenía una «relación particular» con la joven. Durante sus dos años de relación, Jésica estuvo percibiendo unos ingresos mensuales de entre 6.000 y 12.000 euros. Terminada su vinculación personal, continuaron los pagos de 4.000 euros mensuales hasta septiembre de 2021, entre el pago del alquiler mensual de su piso de lujo y su puesto de trabajo en estas dos empresas públicas. Una remuneración triple a sus servicios, algunos de ellos con cargo al erario público.