A propuesta del Departamento de Ciencias Jurídicas de la Facultad de Derecho, la Universidad de Alcalá ha nombrado a Su Majestad el Rey Don Felipe como Doctor Honoris Causa. Este reconocimiento es significativo, ya que la UAH se convierte en la primera universidad española en otorgar tal distinción al monarca, después de su investidura por la Università degli Studi di Napoli Federico II. Este honor se debe a su vinculación con la universidad y su compromiso con los derechos humanos, la cultura y la investigación.
El traje académico del Rey
La ceremonia tuvo lugar en la Sala de Autoridades de la Universidad, donde Su Majestad fue revestido con el traje académico. Este espacio destaca por albergar uno de los volúmenes de la Biblia Políglota Complutense, una obra impulsada por el Cardenal Cisneros en el siglo XVI. Junto a este valioso libro, se exhibe una reproducción de la Carta Bulada que el papa Alejandro VI concedió al Cardenal en 1499 para autorizar la creación de la universidad.
La sala está decorada con tres importantes cuadros: un relieve del busto del Cardenal Cisneros, un retrato de María Isidra de Guzmán —la primera mujer doctora en una universidad española— y una pintura que representa la imposición de birretes a nuevos doctores en tiempos históricos.
Ceremonia de investidura
Una vez vestido con el traje académico, el Rey aguardó a que los demás doctores accedieran al Paraninfo mientras sonaba el Veni Creator Spiritus. Posteriormente, el rector abrió la sesión y cedió la palabra a Eva Senra, secretaria general en funciones, quien leyó el acuerdo del Pleno del Claustro sobre el nombramiento. Tras esta lectura, Miguel Rodríguez Blanco, catedrático de Derecho Eclesiástico y Secretario General de la UAH, fue designado padrino del Rey durante esta ceremonia.
Rodríguez Blanco pronunció desde la cátedra la Laudatio, un elogio al nuevo doctor, donde subrayó su contribución al progreso y estabilidad del país y su defensa incansable de los Derechos Humanos. Comparó además a Su Majestad con Cisneros, afirmando que “Felipe VI es un vivo testimonio del espíritu sobre el que Cisneros edificó su proyecto”.
Un acto cargado de simbolismo
Tras finalizar la Laudatio, José Vicente Saz, rector de la UAH, tomó juramento al nuevo doctor. Este acto simbólico implica un compromiso para defender junto a otros miembros del Claustro la integridad de su universidad.
A continuación, el rector entregó al Rey el título que certifica su nombramiento e impuso el birrete, símbolo del estatus adquirido. Además, le fueron presentados los atributos correspondientes: el Libro de la Ciencia, una edición especial de las Constituciones fundacionales; el anillo con el sello de la Universidad; y los guantes blancos, emblema de dignidad.
Discurso inaugural y cierre ceremonial
En su discurso desde la Cátedra, Su Majestad hizo referencia a ilustres antiguos alumnos y enfatizó la necesidad de lograr claridad y accesibilidad en el lenguaje jurídico. Afirmó que “el derecho es ante todo comunicación”, resaltando su importancia para resolver problemas prácticos.
Poco después, el rector pronunció una gratulatoria, expresando su satisfacción por contar con Su Majestad entre los miembros del Claustro. La ceremonia culminó con el himno universitario Gaudeamus Igitur, interpretado por el coro universitario, cerrando así un acto lleno de significado y tradición académica.