Francia se reafirma como el reducto más puro de la tauromaquia actual
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Nîmes pudo ver a Morante de la Puebla en esta añeja estampa torera. / foto: Mundotoro |
La temporada francesa ha concluido demostrando que la afición gala comprende la Fiesta como ninguna otra y la vive en toda su extensión con toros y toreros importantes
Por
JOSÉ LUIS ARCÁNGEL
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torosguadanewses/5/5/15
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:14h
Siempre ha sido recurrente la frase de Joselito, El Gallo, que afirma que: “Quien no ha visto toros en El Puerto no sabe lo que es un día de toros”.
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Un novillo de Moreno Silva este año en Parentis-en-Born. / foto: ADA. Parentis en Born |
Era otra época, allá por el año 1916. Sin embargo y sin temor a ser presuntuosos podemos cambiar la ubicación casi un siglo después. Simplemente hay que sustituir la ciudad gaditana por el nombre de muchos de los cosos del sur de Francia. Arlès, Bayona o incluso la torista Céret merecen ser visitadas por un buen aficionado, al menos una vez.
Hay ciclos taurinos para todos los gustos. Desde el torerista de Nîmes hasta la feria de novilladas torista de Parentis-en-Born. Esta semana se ha conocido que para los críticos taurinos del país vecino Julián López, El Juli, ha sido el triunfador de la temporada al otro lado de los Pirineos. Repite el de Velilla de San Antonio como máxima figura de 2010 al igual que ha sucedido en España.
Dos plazas, dos estilos
Las dos principales plazas de Francia son Nîmes y Arlès. Ambas ubicadas a escasos treinta kilómetros una de otra con el caudaloso Ródano por medio. Parece mentira que a tan poca distancia puedan encontrarse dos aficiones tan diferentes. La nimeña apuesta por el arte y más desde que el taurino galo Simón Casas rige los designios del coliseo. En Arlès, sin embargo, gusta el toro por encima de todas las cosas y su tradicional corrida concurso de septiembre es la fecha del año.
Dos ciclos acogen cada temporada estos coliseos romanos reconvertidos en recintos taurinos. Este año sin duda el momento cumbre llegó la mañana del domingo 23 de mayo en Nîmes. El mano a mano entre Javier Conde y Morante de la Puebla auguraba algo. Dos toreros de los llamados artistas con los llamados toros artistas de Juan Pedro Domecq.
Morante cortó un rabo del sexto después de iniciar y concluir su labor muleteril sentado en una silla. Nadie lo esperaba y sorprendió a propios y extraños. Como reconocía hace unos días el torero de La Puebla del Río “no hay mejor improvisación que la previamente ensayada”. Además, toreó con el capote y la muleta como sólo él sabe hacerlo.
En la ciudad que vivió el esplendor del pintor Vincent Van Gogh este año fue El Juli quien dejó huella. Ocho orejas echó a su esportón en tres citas con el coliseo arlesiano. Y eso teniendo en cuenta que en una de ellas se fue de vacío.
Otra forma de disfrutar
En Francia hay varios cosos con una predilección especial por el cuidado de la materia prima, el toro. En los de primera categoría destaca la plaza de Vic-Fezensac que esta temporada ha lidiado encierros de Victorino Martín, José Escolar o Flor de Jara entre otros.
Otro tipo de espectáculo más encaminado hacia el aficionado purista se puede ver en Cèret y en Parentis-en-Born. El primero está en pleno Pirineo a 12 kilómetros de La Junquera. Precisamente los diestros nacionales habitualmente se visten de luces en tierras españolas y cruzan la frontera para torear y regresar una vez finalizado el festejo. Mientras que Parentis está en el oceáno Atlántico. Ha sido en este segundo lugar donde este año se han vivido dos novilladas con unos picadores espectaculares. Una de ellas de encaste Santa Coloma con el hierro de José Joaquín Moreno Silva y otra de sangre pura veragüeña de Prieto de la Cal.
La del ganadero onubense Tomás Prieto de la Cal tomó 17 varas en el caballo y una más hasta completar tres por astado se le pegaron a la de Moreno Silva. Además luego sirvieron en líneas generales ambas novilladas para el tercio de muleta. Hubo al menos cuatro utreros con opciones de triunfo en ambos festejos.
No cabe la menor duda de que la gestión de la mayor parte de las ferias directamente desde las asociaciones de aficionados añade un punto de valor importante a los ciclos taurinos galos. Otra forma de hacer toros. Todo igual pero con los valores del toro que se han perdido en España como el respeto al aficionado y la pureza en la selección del ganado. Ya se pueden ver por todas las ganaderías de España a comisiones de aficionados galos eligiendo lo mejor del campo bravo para la próxima temporada. Aquí, por contra, se comprarán saldos a última hora. Un país taurino por descubrir para muchos aficionados. Una región, la del sur de Francia, donde los silencios duelen y las broncas son respetuosas. Muchos deberían aprender a hacer bien las cosas.◆