GUADALAJARA

El más ‘honrao’ es el toro... y no siempre

Plaza de toros de Guadalajara. / Foto: Campo Bravo

~tribuna abierta

Miércoles 22 de octubre de 2014
Desde el más absoluto respeto, siempre intento defender mis ideas sin insultar ni menospreciar al adversario. Lo puedo defender con dureza, vehemencia o tenacidad, pero nunca con desprecio e insultos.


Que el Partido Socialista mantenga una crítica contra mi persona y contra el Partido Popular en materia taurina lo puedo entender porque es su función; que lo haga un periódico en un editorial, no. Y casualmente, manteniendo exactamente los mismos argumentos que el Partido Socialista.

Entiendo que al Partido Socialista le moleste ver las gradas de la Plaza de Toros prácticamente llenas y entiendo que moleste que este año, con una feria corta, hayan pasado por aquí los cinco mejores toreros del escalafón: El Juli, Ponce, Cid, Fandi y Talavante, además, de Fandiño.

Lo que no entiendo es por qué le molesta al periódico.

Entiendo que no le guste al Partido Socialista la remodelación de la plaza de toros. Lo que no entiendo es por qué el periódico me tiene que decir que yo no tengo ni idea de toros. ¿Es que en Guadanews hay especialistas en temas taurinos? ¿Es que Guadanews tiene un proyecto taurino? ¿O es que existen otros intereses?

En la Feria de este año las peñas y el público respondieron con muy buena asistencia a los encierros, corridas de toros y otros festejos populares. Si eso ocurrió así objetivamente, por qué se dice que el “concejal no puede ser peor”.

Me gustaría que Guadanews o el Partido Socialista digan alguna vez el modelo taurino que van a presentar y cuánto se van a gastar. El Partido Popular lo tiene claro: vamos a seguir con este modelo basado en los mejores carteles posibles, con asistencia de público, intentando cambiar el Reglamento para que los toros se corran en puntas y celebrando los festejos en función de la situación económica, que no está precisamente para bromas.

Los fracasos taurinos socialistas ya los hemos conocido con ferias donde sólo se veía hormigón en la plaza, carteles pobres, pliegos que nunca se han podido cumplir, y todo ello, en tiempos donde fluía el dinero de las empresas. Fueron incapaces de levantar la feria en los cuatro años de mandato, que no coincidieron con la profunda crisis actual. Y ahora, a estas alturas, en tiempos de crisis se acuerdan de la Feria Taurina y del Concejal.

La credibilidad se gana con hechos y no con descalificaciones. ◆

Lorenzo Robisco Pascual
Concejal de Asuntos Taurinos del Ayuntamiento de Guadalajara

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