Un Nacimiento con figuras de gran tamaño y el río Cifuentes de fondo

En el año 2007 el Ayuntamiento comenzó a instalar un Nacimiento, como es costumbre llamarle en la comarca, con figuras de gran tamaño, de casi un metro de altas. El lugar elegido no podía ser más emblemático, justo enfrente de las cascadas del río Cifuentes. Además de componer una de las postales más conocidas de Trillo, también ha tenido un papel en el cine, puesto que allí se rodaron algunas escenas de la película “El Río que nos lleva” basada en la novela de José Luis Sampedro y en las vidas de los gancheros y protagonizada por Alfredo Landa. SIGUE

Los saltos, canales y vericuetos que forma el agua en su camino hacia el Tajo forman parte del decorado. Como dice su principal valedora, Alicia Benito, “todos los belenes tienen un río, así que ninguno mejor que el nuestro para darle realce al Nacimiento”.

En la primera composición se representó sólo el Misterio, con los pastores y los Reyes Magos. Poco a poco desde entonces el Ayuntamiento ha aumentado el número de figuras que lo integran con la idea de reivindicar los oficios y costumbres que siempre fueron en Trillo. De esta manera, en los últimos años han llegado al cauce del Cifuentes el herrero, la lavandera que homenajea “a las mujeres de Trillo que bajaban a baldear allí mismo hiciera el tiempo que hiciera”, explica Alicia, los fruteros y pescaderos que acudían a la Plaza Mayor trillana todos los martes de hace muchos años para hacer el mercadillo, los pastores y el hortelano.

El Nacimiento también le da protagonismo a los animales, ovejas y camellos, que también formar parte del decorado. Como novedad de este año, estrena su nuevo corral de gallinas, los patos y una panadería al completo, oficio también tradicional en Trillo que es el que ha sido rescatado en las presentes navidades.

Para resaltar las figuras, debajo hay una base de paja que destacada con su fondo amarillo las figuras del Belén. La iluminación nocturna lo convierte en un maravilloso reclamo, visible en perspectiva desde muchos lugares de Trillo. El sonido del agua en su bajada, convierte en un verdadero placer la contemplación del motivo.